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La apnea obstructiva del sueño sigue siendo una afección significativamente infradiagnosticada, a pesar de su elevada prevalencia. Los médicos de atención primaria desempeñan un papel fundamental en la identificación de los pacientes con esta afección. Para diagnosticarla eficazmente, es imprescindible aumentar la concientización y mejorar la comunicación. Por suerte, ya se dispone de varias pruebas diagnósticas sencillas y se avecinan otras aún más refinadas, impulsadas por la inteligencia artificial.
Reconocer el problema
En el Congreso Internacional 2023 de la European Respiratory Society (ERS), que tuvo lugar en Milán, Italia, la Dra, Cláudia Sofia De Almeida Vicente Ferreira, médica familiar de Coimbra, Portugal, y coordinadora del Respiratory Diseases Interest Group (GRESP) de la Portuguese Association of General and Family Medicine (APMGF), destacó los retos que plantea el diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño.
«La apnea del sueño está infradiagnosticada porque los síntomas más comunes, como la somnolencia diurna excesiva o los ronquidos, son infravalorados por los pacientes. La gente no acude al médico y se queja de ello. A veces se detecta en medio de otras cosas», dijo a Medscape.
Además, las atareadas agendas de los médicos y sus limitados tiempos de consulta hacen que a menudo se centren en los síntomas que refieren los pacientes y no presten suficiente atención a la calidad del sueño. Esto puede verse agravado por la tendencia de los profesionales médicos a subestimar los riesgos asociados a la apnea obstructiva del sueño, ya que no se relaciona directamente con la mortalidad, a pesar de su clara conexión con los riesgos cardiovasculares.
Identificar y reconocer los factores de riesgo puede facilitar la sospecha de apnea obstructiva del sueño durante las evaluaciones de los pacientes. Estos factores abarcan tanto elementos estructurales (por ejemplo, anomalías craneofaciales y de las vías respiratorias altas) como no estructurales (por ejemplo, tabaquismo, consumo de alcohol o sedantes). Si bien los hombres tienen más riesgo, las mujeres posmenopáusicas que no reciben hormonoterapia sustitutiva afrontan riesgos similares. Algunas afecciones médicas, como el hipotiroidismo, la acromegalia, la amiloidosis, el síndrome de Cushing y el síndrome de Down, también se han asociado a la apnea obstructiva del sueño. Una exploración física completa puede proporcionar pistas adicionales: la obesidad, el perímetro del cuello, la puntuación de Mallampati y los problemas nasales y faríngeos.
Hay que preguntar activamente
Una vez considerada la posibilidad de apnea obstructiva del sueño, el siguiente paso es preguntar a los pacientes sobre sus síntomas. Los cuestionarios son instrumentos diagnósticos sencillos pero valiosos para este fin. El cuestionario STOP (acrónimo conformado por el nombre de los síntomas en inglés) consta de cuatro preguntas clave:
¿Ronca (Snore) fuerte (más fuerte que al hablar o tan fuerte que se le oiga a través de puertas cerradas)?
¿Se siente a menudo cansado (Tired), fatigado o somnoliento durante el día?
¿Alguien ha observado (Observed) que deja de respirar mientras duerme?
¿Tiene o recibe tratamiento para la presión arterial elevada (Pressure)?
El cuestionario STOP-BANG añade cuatro atributos clínicos:
Obesidad (índice de masa corporal >35 kg/m2)
Edad (>50 años)
Talla del cuello (>40 cm)
Sexo
Los pacientes se clasifican en las categorías de riesgo bajo, intermedio o alto de apnea obstructiva del sueño.
También es útil la escala de somnolencia de Epworth, que se autoadministra: los pacientes valoran la probabilidad de quedarse dormidos en diversos contextos diurnos; estos cuestionarios pueden integrarse perfectamente en las consultas sistemáticas de los pacientes.
Comorbilidades y tipo de trabajo
Los médicos de atención primaria deben evaluar cuidadosamente las comorbilidades, sobre todo las relacionadas con el riesgo cardiovascular. Los pacientes con hipertensión resistente, hipertensión pulmonar o fibrilación auricular recurrente tras cardioversión o ablación deben tener prioridad para someterse a pruebas diagnósticas; aquellos con otras afecciones, como arteriopatía coronaria o enfermedad cerebrovascular, también deben ser remitidos a una clínica del sueño si se sospecha de apnea obstructiva del sueño tras una evaluación exhaustiva. El padecimiento se ha asociado con la diabetes de tipo 2, el síndrome metabólico y el asma.
Conseguir acceso a los servicios de estudio del sueño y a la terapia posterior, como la presión positiva continua en las vías respiratorias, puede ser todo un reto. Los médicos de atención primaria deben priorizar a los pacientes en función de sus niveles de riesgo. El tipo de trabajo desempeña un papel importante en esta priorización, ya que la fragmentación del sueño y la somnolencia diurna pueden provocar accidentes laborales y de tráfico.
«Se ha de incluir el tipo de trabajo en el perfil del paciente. ¿Qué es lo que hace? ¿Está sentado en un escritorio o trabaja en altura, conduce o maneja máquinas? Estos trabajadores son pacientes de alto riesgo», continuó la Dra. De Almeida Vicente Ferreira.
«Creo que el médico familiar desempeña un papel clave en el seguimiento. Nadie más vigilará el cumplimiento de la presión positiva continua en las vías respiratorias y comprobará si funciona o no. Si el paciente no la utiliza o si no es eficaz, sigue habiendo alguien que paga la máquina (el sistema nacional de salud o una compañía de seguros). Y lo que es más importante, si la presión positiva continua en las vías respiratorias no funciona, no estamos mejorando la vida de nuestro paciente en lo que respecta a reducción del riesgo cardiovascular y mejora de la calidad de vida».
¿Son las pruebas a domicilio una opción viable?
El diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño suele depender de la polisomnografía nocturna en clínicas del sueño especializadas, lo que a menudo se asocia a largas listas de espera. Los investigadores trabajan activamente en sensores innovadores y soluciones digitales para realizar pruebas del sueño en el domicilio, pero según la Dra. De Almeida Vicente Ferreira, aún no están listos para su uso generalizado: «Los estudios domiciliarios con menos parámetros de evaluación (como el pulso y los niveles de oxígeno) no son tan seguros ni sensibles para establecer un diagnóstico correcto y completo. En realidad, la estructura del sueño es muy compleja. La prueba debe ser realizada y leída por un equipo especializado».
Aun así, según Renaud Tamisier, profesor de fisiología clínica de la Université Grenoble Alpes, en La Tronche, Francia, las pruebas del sueño simplificadas podrían ser muy útiles. «Hay muchos pacientes que siguen sin diagnosticarse a pesar de tener una apnea del sueño grave, con síntomas y comorbilidades. Estos pacientes no suelen ser conscientes de su enfermedad, pero se quejan de cambios en su calidad de vida con cansancio y somnolencia excesivos. Además, no están conectados con el sistema asistencial, por diferentes motivos, entre ellos la falta de tiempo para consultar a un médico del sueño y realizarse una polisomnografía, los costos asistenciales, la negligencia. Por lo tanto, proporcionar a través de la atención primaria un enfoque diagnóstico sencillo merece esfuerzos e investigación», dijo a Medscape.
Las nuevas tecnologías podrían permitir la aplicación de pruebas diagnósticas del sueño en el domicilio, con la ventaja añadida de los registros de varias noches para superar los retos de la variabilidad nocturna del índice de apnea-hipopnea. Estos nuevos métodos de prueba deberían ser rentables, fáciles de instalar y de utilizar. Tamisier continuó: «El problema del diagnóstico del sueño es que hasta ahora no se disponía de estos dispositivos. Muchos médicos utilizan registros del sueño de tipo III, que están dedicados a médicos del sueño muy capacitados, pero utilizan análisis automáticos que en muchos casos no tienen éxito. Para un médico del sueño entrenado, es fácil ver que el resultado es inexacto. Se están construyendo nuevos dispositivos para el análisis automático que utilizan algoritmos de inteligencia artificial. Dado que por su diseño son automáticos, la tasa de éxito es muy alta y, si se utilizan con el propósito adecuado, podrían ser muy eficaces y rápidos».
En conclusión, el diagnóstico de la apnea del sueño es cada vez más factible gracias a los avances en las pruebas diagnósticas y la tecnología. Sin embargo, es crucial que los médicos de atención primaria actúen con cautela en los casos en los que la presentación clínica no es sencilla o cuando la apnea obstructiva del sueño se asocia a comorbilidades. La coordinación de la atención y unos límites claros son vitales para garantizar un tratamiento eficaz y mejorar los resultados en los pacientes.
Referencia
De Almeida Vicente Ferreira CF. Obstructive sleep apnea. Easy to identify and in diagnose in primary care settings. Congreso Internacional 2023 de la European Respiratory Society (ERS). Presentado el 9 de septiembre de 2023; Milán, Italia.
14/09/2023
Fuente: Medscape en español Tomado Noticias y Perspectivas Copyright © 1994-2023 by WebMD LLC.
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