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La ministra de Sanidad, Mónica García, ha presentado este lunes la campaña ‘Ya tendría que tener mala suerte’, que pretende abordar la «disonancia» entre la percepción de riesgo y la realidad epidemiológica de las infecciones de transmisión sexual (ITS), especialmente entre los más jóvenes.
«Las ITS afectan especialmente a la población joven, pero esa misma población es la que no se siente especialmente interpelada. Existe una disonancia entre la percepción de riesgo y la realidad epidemiológica, y es en esa disonancia donde las ITS encuentran un terreno perfecto para seguir propagándose», ha declarado García durante una rueda de prensa.
Tras ello, ha señalado que uno de los principales retos para acabar con esta situación es acabar con el «estereotipo» de que las ITS están vinculadas a otras generaciones, a grupos sociales «ajenos» o a determinadas prácticas, si bien este aumento de infecciones tiene que ver con que las personas «bajan la guardia» al pensar que no existe riesgo al producirse encuentros sexuales entre personas del mismo entorno.
«Esto al final genera una falsa sensación de inmunidad, este típico ‘a mí no me va a pasar’, y lo cierto es que estas ITS están afectando sobre todo a la gente joven, a las chicas heterosexuales, a hombres que tienen sexo con otros hombres», ha añadido.
Además, ha apuntado que otra cuestión que hace que las ITS se propaguen con más facilidad es que en muchas ocasiones no se notan síntomas en los periodos iniciales, lo que contribuye a esta falsa sensación de seguridad.
«Y de ahí que nuestra campaña se centre desde la empatía, en desmontar creencias falsas y en hacer visible lo que es invisible. Queremos aumentar la prevención desde el autocuidado, desde el conocimiento y desde la salud compartida para reducir ese caldo de cultivo en el que las ITS se acaban propagando», ha afirmado.
09 junio 2025 | Fuente: Europa Press | Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2025. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. | Noticia
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La prevalencia del Virus del Papiloma Humano (VPH) es mayor en hombres que en mujeres. Mientras en ellas baja con la edad, en ellos permanece estable a lo largo de toda su vida, motivo por el que nunca ‘existe el riesgo cero’ de contagiarse, incluso entre parejas estables, pero sí de prevenir sus estragos vacunándose.
Este virus, que es la infección de transmisión sexual (ITS) más común, es responsable del 5 % de todos los tumores a nivel mundial; está detrás del 100 % de los cánceres escamosos anales y de la práctica totalidad de los de cuello de cérvix, del 78 % de los de vagina, del 25 % de los de vulva y del 90 % de las verrugas genitales.
No existe el riesgo cero, y con cada relación sexual, existe la posibilidad de transmisión, incluso en los casos de parejas estables, ha enfatizado Jesús de la Fuente, coordinador de la Unidad de Patología de Tracto Genital Inferior-VPH del Hospital Infanta Leonor de Madrid.
La ausencia de riesgo cero se explica por dos motivos:
La falta de síntomas y la latencia del virus, que hace que una persona que se infectó en un momento determinado mantenga el virus en estado de reposo y pueda a su vez transmitirlo posteriormente. Se da la circunstancia que, en el caso de los hombres, la cantidad de VPH que mantienen es mayor: las mujeres alcanzan su mayor prevalencia entre los 25 y los 30 años, pero va cayendo hasta quedarse entre el 8 y el 10 % a los 50.
La prevalencia de los hombres es de entre un 35 % y un 50 % de media, y se mantiene estable a lo largo de toda la vida’. En 2007 se recomendó la vacunación en chicas adolescentes; en 2018 se aprobó en población con condiciones de riesgo de ambos sexos y desde 2022 se aconseja a los adolescentes varones a los 12 años.
Con esta vacuna, se puede lograr que enfermedades como el cáncer de cérvix ‘pasen a la historia de la medicina’, ha subrayado el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Jaime Pérez.
Pero es importante que lo hagan no solo las chicas: la vacunación universal permite no solo la protección directa de los chicos, ya que hay cánceres que se dan también en hombres, sino también disminuir la circulación del virus, con lo que se logra la protección pasiva de las chicas; y llegar a colectivos a los que no es fácil, como los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH). La cobertura vacunal en chicas es buena, alcanzando en primera dosis el 91 % y del 83 % en segunda; aunque no hay datos de todo el territorio de la vacunación en chicos, en algunas comunidades se ha observado un porcentaje algo menor, de hasta un 5 % menos.
En España no hay datos aún sobre la incidencia de la vacuna en el desarrollo de cáncer, aunque algunos internacionales apuntan a que ninguna chica inmunizada desarrolló después un tumor de este tipo.
Resultan fundamentales los programas de cribado, que han tenido un gran impacto en países como España; sin embargo, no hay que olvidar que el cáncer de cervix es la cuarta causa de muerte de las mujeres en el mundo, ha puntualizado Ana Santaballa, jefa de la sección de Cáncer de Mama y Tumores Ginecológicos del Hospital La Fe de Valencia. Esta experta ha querido hacer hincapié en la importancia de la detección precoz, pues en sus primeras fases, el cáncer de cérvix puede ser curado con cirugía; cuando ya es metastásico o en recaída, ‘el tratamiento es mucho más complejo’ y los síntomas de la enfermedad ‘son devastadores’ para la mujer.
28 febrero 2024 | Fuente: EFE| Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A
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Más de un millón de mujeres embarazadas padecen sífilis, una infección de transmisión sexual (ITS) que favorece el aborto espontáneo, bajo peso al nacer, partos prematuros y en algunos casos incluso, la muerte del bebé. Read more
