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Un nuevo estudio en el que han participado investigadores del Hospital Santa Creu i Sant Pau de Barcelona ha concluido que la infección por covid-19, su intensidad o duración no es la causa de que algunas mujeres tuvieran alteraciones en su ciclo menstrual durante el confinamiento, sino que fue el estrés y los cambios en el estado emocional los que influyeron significativamente en los trastornos menstruales durante el confinamiento por covid-19.
Durante el confinamiento, para la mayoría de las mujeres, permanecer en casa sumaba inconvenientes como tener que cuidar a los hijos las 24 horas del día, los siete días de la semana, gestionar las responsabilidades del hogar, compartir un espacio reducido con toda la familia, convivir con la pareja las 24 horas del día y tener que encajar el trabajo en línea.
Al mismo tiempo, una menor proporción de la sociedad estaba involucrada en las llamadas actividades «esenciales»: la más significativa, la prestación de atención médica, pero también el transporte público, la dispensación de productos farmacéuticos, el acceso a alimentos y artículos de salud esenciales en los supermercados, etcétera. Para este subconjunto, la exposición al público implicó un mayor riesgo de contagio.
Este riesgo sumó el miedo de llevar la enfermedad al entorno familiar y contaminar a sus seres queridos a la sobrecarga de trabajo, y algunos optaron por renunciar al contacto con sus familias. La sobrecarga fue especialmente relevante entre los proveedores de atención médica que atienden a personas con covid-19. Este grupo incluía médicos, enfermeras, personal de limpieza y transporte en el hospital o centro de medicina primaria, y cuidadores en hogares de ancianos. Además, para muchas personas, el proceso de confinamiento implicó la pérdida temporal o permanente del empleo o una disminución significativa de los ingresos.
Todas estas circunstancias constituyen estresores relevantes que impactan negativamente en el bienestar psicológico de la población confinada y, como consecuencia, alteran el ciclo menstrual de las mujeres.
Para aclarar la existencia de estos cambios menstruales y su importancia y características, los investigadores realizaron una encuesta online a mujeres menstruantes que vivieron diferentes situaciones durante el confinamiento por la covid-19 en España.
En España se aplicó una encuesta online a mujeres menstruantes de entre 15 y 55 años que no habían contraído covid-19. Recopiló información sobre las actividades durante el confinamiento, la actividad sexual, las percepciones del estado emocional, los cambios en las características menstruales y el impacto en la calidad de vida. El análisis de los cambios menstruales se limitó a las que respondieron no usaron anticonceptivos hormonales.
Un total de 6 449 mujeres respondieron a la encuesta, y 4 989 encuestas fueron válidas para el análisis final. El 92,3 % de las mujeres tuvo al menos una menstruación durante el confinamiento, mientras que el 7,7 % tuvo amenorrea. La calidad de vida (CV) asociada a la menstruación empeoró en el 19 % de las mujeres, no cambió en el 71,7 % y mejoró en el 1,6 %. Para el 50,1 % de las mujeres, la calidad de vida global empeoró durante el confinamiento, y el 41,3 % se mantuvo más o menos igual y el 8,7 % reportó una mejora.
La actividad sexual durante el confinamiento disminuyó en el 49,8 % de los encuestados, se mantuvo sin cambios en el 40,7 % y aumentó en el 9,5 %. En cuanto a los cambios menstruales, no hubo diferencias estadísticamente significativas en la incidencia de amenorrea, la regularidad del ciclo menstrual o la cantidad o duración del sangrado menstrual en usuarias de anticonceptivos no hormonales cuando se evaluaron por la duración y características del aislamiento, la percepción de exposición a la covid-19 y la situación económica o laboral.
Por el contrario, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en función de la intensidad de los cambios en el estado emocional debidos a los estresores del confinamiento y a los cambios en la regularidad, duración y pesadez de la menstruación.
26 agosto 2024|Fuente: Europa Press |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La Universidad de Aarhus (Dinamarca) ha publicado dos nuevos estudios que arrojan luz sobre los efectos secundarios de la vacunación de la Covid-19, destacando en uno de ellos que el 30 por ciento de las mujeres que menstruaban notificaron cambios en su ciclo menstrual después de haber sido vacunadas contra Covid-19.
Ambos estudios se basan en la cohorte danesa BiCoVac, que permite realizar estudios basados en un amplio grupo de la población danesa.
En cuanto al estudio sobre alteraciones en la regla, su muestra incluyó a 13.648 mujeres menstruantes de entre 16 y 65 años que completaron todas las encuestas, recibieron su primera dosis de vacuna Covid-19 durante el periodo de recogida de datos y completaron las preguntas relacionadas con su ciclo menstrual.
Los investigadores examinaron qué factores podrían influir en esos cambios y descubrieron que las causas más comunes de las alteraciones menstruales, como el estrés, la edad y el tabaquismo, guardaban relación con los cambios de ciclo notificados tras la vacunación contra Covid-19.
«También descubrimos que las mujeres que habían estado preocupadas por la vacuna Covid-19, que habían tenido una infección grave por Covid-19 o que declararon haber experimentado varias reacciones a la vacuna tenían más probabilidades de notificar cambios menstruales tras la vacunación», afirma Christina Bisgaard Jensen, primera autora del estudio, que acaba de publicarse en la revista científica ´Human Reproduction´.
«Los cambios en el ciclo menstrual no son infrecuentes, y no podemos descartar que, en algunas personas, los cambios menstruales notificados se produjeran de forma aleatoria en relación temporal con la vacunación», afirma Christina Bisgaard Jensen, quien explica además que el estudio no puede utilizarse para identificar una correlación directa entre la vacunación con Covid-19 y los cambios menstruales notificados. «Se necesitan más estudios para establecer relaciones causales y la importancia clínica de los cambios menstruales autoinformados», afirma.
Según el segundo estudio, los efectos secundarios como malestar general, fiebre y cansancio se encuentran entre los más frecuentes en Dinamarca. Así, los efectos adversos notificados con más asiduidad tras el primer pequeño pinchazo en el hombro son enrojecimiento y dolor en el lugar de la inyección, que experimentan el 20 por ciento de las personas. Tras el segundo y el tercer pinchazo, la fatiga es el efecto secundario más notificado, por el 22 y el 14 por ciento de las personas, respectivamente.
El estudio se ha publicado en la revista ´Vaccine´. Los efectos secundarios más graves, como la parálisis facial y las reacciones alérgicas, no son tan frecuentes.
«Las mujeres, las personas de entre 25 y 35 años y las personas que habían tenido Covid antes de vacunarse declararon experimentar efectos secundarios con más frecuencia que los hombres, las personas mayores y las personas que no habían recibido Covid-19 previamente», afirma Kristoffer Torp Hansen, primer autor del estudio y ayudante de investigación del Departamento de Salud Pública.
Los resultados también muestran que los efectos secundarios agudos difieren según la vacuna administrada. Las personas vacunadas con la vacuna de AstraZeneca declararon más efectos secundarios después de la primera dosis que las vacunadas con las otras inyecciones.
Las personas que recibieron la vacuna de Moderna notificaron más efectos secundarios después de la segunda y tercera dosis en comparación con las personas que recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech.
30/08/2023( IMMédico) Tomado- Obstetricia y Ginecología
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Las hormonas sexuales femeninas propias del ciclo menstrual no solo tienen funciones reproductivas, también influyen en otros sistemas fisiológicos pudiendo afectar al rendimiento deportivo y cognitivo.
Archivos de medicina del deporte: revista de la Federación Española de Medicina del Deporte y de la Confederación Iberoamericana de Medicina del Deporte – DialnetEl artículo publicado por la revista española Archivos de Medicina del Deporte * (AMD) evalúa en mujeres jóvenes eumenorreicas el efecto del ciclo menstrual sobre la composición corporal, la resistencia, diferentes aspectos cognitivos (memoria y tiempo de reacción) y características del músculo (fuerza muscular, grosor y rigidez).
La hipótesis de la investigación plantea que en la fase lútea se observaría una mayor masa corporal y porcentaje de agua y en la fase folicular un mayor rendimiento físico y una mejor respuesta de aptitudes cognitivas como la memoria a corto plazo.
FEMEDE convoca los premios de investigación en el deporteLa revista AMD es la publicación oficial de la Federación Española de Medicina del Deporte.
Los autores afirman que sería incorrecto aplicar directamente a las mujeres los estudios realizados en hombres, dadas las diferencias fisiológicas y endocrinológicas entre sexos.
Por lo tanto, la línea de investigación centrada en analizar los efectos de la fisiología de la mujer considera que un estudio idóneo sobre el rendimiento deportivo en las mujeres debe incluir los efectos de las fluctuaciones hormonales en el ciclo menstrual.
Detalles de la investigación
Participaron 8 mujeres jóvenes eumenorreicas (edad = 23,1 ± 4,4 años) con ciclos menstruales regulares.
La composición corporal fue analizada con una prueba de densitometría y una bioimpedancia; las habilidades cognitivas mediante una evaluación de memoria visual a corto plazo y un test de tiempo de reacción específico y se estudiaron las características del músculo (grosor y rigidez del recto anterior y fuerza muscular) junto a una prueba de esfuerzo para evaluar el rendimiento durante las fases folicular media (FF) y lútea media (FL) de los ciclos menstruales de las participantes.
Los resultados permitieron observar que durante la fase folicular las participantes registraron un mayor tiempo total y una frecuencia cardiaca inicial menor en la prueba de esfuerzo. Además, respecto a las habilidades cognitivas, en la fase folicular se obtuvieron mejores resultados en el tiempo de reacción tanto con la mano derecha como con la mano izquierda. Por otro lado, se encontró un mayor porcentaje de grasa en la fase lútea.
Hallazgos claves
Entre sus hallazgos los autores destacan:
1) la grasa corporal total y el porcentaje de grasa fueron mayores en la fase lútea,
2) en la resistencia encontraron un mayor tiempo total de esfuerzo y una menor frecuencia cardiaca basal en la fase folicular,
3) el tiempo de reacción fue mejor en la fase folicular y, por último,
4) la memoria a corto plazo, la fuerza muscular y las características del musculo no se vieron afectadas por el ciclo menstrual y las hormonas implicadas.
El análisis de las variables de composición corporal a lo largo del ciclo menstrual mostró valores mayores en la masa grasa total y el porcentaje de grasa en la FL.
Estas variaciones en la grasa total podrían ser una de las causas por las cuales se producen alteraciones en el rendimiento deportivo en las mujeres. Muchas mujeres aseguran experimentar cambios físicos durante el ciclo menstrual, destacando el aumento de peso, siendo notorio en los días antes del flujo menstrual que se corresponden a la fase lútea
Pese a que el estudio no encontró diferencias significativas en el agua corporal, los autores recomiendan tener en cuenta que no se controló el grado de hidratación de las sujetos, aunque se les pidió concurrir al laboratorio en las mismas condiciones previas con cumplimiento de ambas pruebas a la misma hora del día.
Por otro lado, es comprensible que la densidad mineral ósea (DMO) no variará en los distintos momentos del ciclo menstrual, ya que es un parámetro que lo hace muy poco a lo largo del tiempo.
Respecto a la resistencia, el tiempo total de la prueba de esfuerzo muestra unos resultados similares a las conclusiones de últimas investigaciones en las que se afirma que las resistencias al ejercicio sub-máximo son significativamente diferentes durante las fases del ciclo menstrual.
Antecedentes de la literatura
Algunos estudios sugieren un posible aumento leve en la capacidad aeróbica o la eficiencia del ejercicio durante la fase folicular. Estas afirmaciones pueden estar relacionadas con los niveles altos de estrógenos propios de la fase folicular y su relación con los bajos niveles de lactato.
Otros estudios observaron una relación inversa donde a niveles más altos de estrógenos se corresponden niveles más bajos de lactato, dando lugar a la disminución de fatiga muscular y, por tanto, una mejora del rendimiento.
La investigación que nos ocupa registró mayores pulsaciones iniciales en la fase lútea, hecho que podría relacionarse con los altos niveles de progesterona característicos de la fase.
A pesar de esta afirmación, existe una gran variedad de estudios que no confirman esta hipótesis y que defienden la inexistencia de diferencias en la capacidad aeróbica y anaeróbica durante el transcurso del ciclo menstrual.
En línea con los últimos ensayos que no revelan efectos clínicos importantes del efecto de la progesterona sobre la función cognitiva en las mujeres, los autores aclaran que en su trabajo tampoco encontraron diferencias entre las dos fases analizadas en la memoria a corto plazo.
Respecto al tiempo de reacción, el artículo describe diferencias significativas tanto en la mano derecha como en la mano izquierda, con un mejor tiempo de reacción de las participantes en la fase folicular.
El rendimiento en resistencia y en aspectos cognitivos como es el tiempo de reacción fue mejor en la Fase Folicular mientras que se observó un mayor porcentaje de grasa en la Fase Lútea. Sin embargo, la memoria, la fuerza y las características musculares no se vieron afectadas por las fluctuaciones hormonales propias del ciclo menstrual.
Al finalizar el artículo, los autores escriben que la composición corporal, la velocidad de reacción y el rendimiento en la prueba de resistencia variaron en las fases del ciclo menstrual analizadas (fases lútea y folicular).
En la fase lútea encontraron un mayor porcentaje de grasa y más grasa total que en la folicular, mientras que el rendimiento en la velocidad de reacción y en la prueba de resistencia fue mayor en la fase folicular. Por otro lado, la memoria a corto plazo, el grosor y la rigidez muscular y la fuerza no se vieron afectadas por los cambios hormonales que suceden durante el ciclo menstrual.
Fuente: SIIC Salud
Referencia: Inés Piñas Bonilla, Pablo Abián, Alfredo Bravo-Sánchez, María Ramírez-de la Cruz, Fernando Jiménez, Javier Abián-Vicén. Influencia del ciclo menstrual en el rendimiento físico y cognitivo en mujeres eumenorreicas. Arch Med Deporte 2023;40(3):131-13840 doi: 10.18176/archmeddeporte.00128 https://archivosdemedicinadeldeporte.com/articulo/es/163/2001/2047/
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