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Una red global de doctores y laboratorios trabaja para detectar la aparición de nuevas amenazas virales, muchas motivadas por el cambio climático, en un intento de evitar la próxima pandemia mundial.
Esta coalición de «cazadores de virus», como se llaman a ellos mismos, ha destapado ya una inusual enfermedad transmitida por garrapatas en Tailandia o un brote infeccioso en Colombia propagado por mosquitos.
«La relación de cuestiones por las que nos tenemos que preocupar, como vimos en el covid-19, no es estática», afirma Gavin Cloherty, experto en enfermedades infecciosas que dirige la Coalición de Defensa contra Pandemias de Abbott.
«Tenemos que estar muy atentos a los tipos malos que ya conocemos y que están evolucionando (…) Pero también a si hay nuevos niños en el barrio», dice a la AFP.
La coalición reúne a doctores y científicos en universidades e instituciones sanitarias de todo el mundo, financiados por el gigante de dispositivos médicos y sanitarios Abbott.
Al descubrir nuevas amenazas, la coalición otorga a la empresa una ventaja a la hora de diseñar los test diagnósticos que fueron claves en la respuesta a la pandemia del covid.
Su implicación dota a la coalición de amplios recursos y de la capacidad de detectar y secuenciar, pero también responder a los nuevos virus.
«Cuando encontramos algo, somos capaces de desarrollar rápidamente test de diagnóstico a nivel industrial», dice Cloherty.
«La idea es contener un brote, de forma que podamos prevenir una pandemia», agrega.
La coalición ha secuenciado aproximadamente 13 000 muestras desde que empezó a funcionar en 2021.
En Colombia descubrió un brote de Oropouche, un virus transmitido por jejenes y mosquitos que apenas se había observado previamente.
El trabajo filogenético para trazar el árbol familiar de la cepa reveló que procedía de Perú o Ecuador y no de Brasil, otro foco de esta enfermedad.
«Puedes ver de dónde vienen las cosas. Es importante desde una perspectiva de salud pública», afirma Cloherty.
Vínculo con el cambio climático
Más recientemente, la coalición trabajó con médicos en Tailandia para descubrir que un virus propagado por garrapatas estaba detrás de un misterioso grupo de casos de pacientes enfermos.
«En ese momento no sabíamos qué virus causaba este síndrome», explica Pakpoom Phoompoung, profesor asociado de enfermedades infecciosas en el hospital Siriraj de Bangkok.
El análisis y la secuenciación de muestras tomadas desde 2014 concluyó que muchas eran positivas del virus de fiebre severa con síndrome trombocitopénico (SFTSV).
«Menos de diez paciente habían sido diagnosticados (previamente) con SFTSV en Tailandia (…) No tenemos test PCR de diagnosis, no tenemos serología para el diagnóstico de esta infección viral», cuenta Pakpoom a la AFP.
Diagnosticarla «es difícil, necesita mucha mano de obra y también es costoso».
Pero al mismo tiempo crece la necesidad de controlar estas amenazas porque el cambio climático amplía globalmente el espectro de las enfermedades infecciosas.
El vínculo entre cambio climático y las enfermedades infecciosas ha quedado bien establecido por la ciencia y es multifacético.
Unas condiciones más cálidas permiten que transmisores como los mosquitos puedan vivir en nuevos entornos, el aumento de las lluvias intensas crea más criaderos y los episodios meteorológicos extremos dejan a más personas a la intemperie, donde son más vulnerables.
El impacto humano en el planeta fomenta la expansión y la evolución de las enfermedades infecciosas de otras maneras: la pérdida de biodiversidad fuerza a los virus a evolucionar en nuevos huéspedes y empuja a los animales más cerca de las zonas pobladas.
De Bangkok a Boston
El análisis filogenético de la cepa del SFTSV en Tailandia ofrece un ejemplo de las complejas interrelaciones.
El virus pasó de una especie de garrapata con una reducida presencia geográfica a la garrapata asiática de cuernos largos, más resistente y expandida.
Los análisis sugieren que su evolución estuvo principalmente causada por el uso de pesticidas que redujo la población del primer tipo de garrapata.
Una vez en el nuevo anfitrión, el virus se ha expandido más allá porque las garrapatas asiáticas de cuernos largos pueden vivir en pájaros, que se trasladan más lejos y más rápido.
«Es casi como si fueran una aerolínea», dice Cloherty.
Las huellas del cambio climático se encuentran por todos partes, desde los brotes de dengue en América Latina y el Caribe hasta la propagación del virus del Nilo Occidental en Estados Unidos.
Aunque la coalición se aprovechó de los trabajos previos a la última pandemia, la propagación global del covid-19 fue un potente recordatorio de los riesgos de estas enfermedades.
Pero Cloherty teme que la población ya se está olvidando de estas lecciones.
«Tenemos que estar atentos», afirma. «Algo que pasa ahora en Bangkok puede estar ocurriendo mañana en Boston».
17 septiembre 2024|Fuente: AFP |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
sep
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Un primer análisis global difundido este lunes por la revista The Lancet estima que a lo largo de los próximos 25 años -de aquí al año 2050- se habrán producido más de 39 millones de muertes derivadas de infecciones por resistencia a los antibióticos.
Se trata de un estudio en profundidad sobre los impactos en la sanidad global de la resistencia antimicrobiana (RAM) a lo largo del tiempo, que revela tendencias registradas entre 1990 hasta 2021 y estima el impacto potencial entre ahora y el año 2050 para 204 países y territorios.
El análisis revela que más de un millón de personas fallecieron de RAM a nivel global cada año entre 1990 y 2021 y que, durante ese periodo, las muertes por RAM entre niños menores de 5 años decayeron en un 50 % mientras que, en cambio, las producidas entre personas de más de 70 años aumentaron en más de un 80 %.
El estudio indica que predicciones futuras apuntan a que las muertes por este motivo aumentarán en las próximas décadas, incrementándose en casi un 70 % para 2050 frente a 2022, impactando más en personas mayores.
También se desprende de esto que un mejor acceso al cuidado sanitario y los antibióticos podrían salvar un total de 92 millones de vidas entre 2025 y 2050.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de adoptar medidas decisivas como una mejor atención sanitaria, más prevención y medidas de control y nuevos antibióticos para proteger a las personas de la amenaza del RAM.
En concreto, el estudio estima que 1,91 millones de personas podrían potencialmente fallecer como resultado directo de la resistencia a los antimicrobianos en 2050, casi un 70 % más frente a 2022. Durante el mismo periodo, el número de muertes en las que las bacterias RAM desempeñan un papel aumentará en casi un 75 %, pasando de 4,71 millones a 8,22 millones al año.
Estas tendencias continuarán, conforme a los datos, en las próximas décadas poniendo de manifiesto la vital necesidad de efectuar intervenciones como prevención de infecciones, vacunas o minimizar el uso inadecuado de los antibióticos.
El autor del análisis, Mohsen Naghavi, líder del equipo de investigación de RAM en el Instituto de Métricas de Salud (IHME) de la Universidad de Washington (EE.UU.), afirma que «las medicinas antimicrobianas son unas de las piedras angulares de la sanidad moderna e incrementar la resistencia a ellas es una causa principal de preocupación».
«Estos hallazgos ponen de relieve que las RAM han sido una significativa amenaza a la sanidad global durante décadas y que esta amenaza está aumentando», destaca el experto.
El estudio también señala que observar cómo las tendencias en las muertes por RMA han cambiado a lo largo del tiempo y cómo variarán probablemente en el futuro es «vital para tomar decisiones informadas para ayudar a salvar vidas».
Las infecciones por resistencia a los antibióticos ocurren cuando las bacterias u otros patógenos cambian de manera que evolucionan hasta dejar de responder a estos fármacos.
17 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La organización de consumidores belga Testachats ha presentado una denuncia este lunes ante la Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria contra la venta de complementos alimentarios a base de colágeno que usa como reclamo las propiedades hidratantes y contra el envejecimiento de esos productos pese a no existir estudios científicos que lo avalen.
Además, la misma organización ha advertido a los consumidores contra la compra de ese tipo de productos.
«Los complementos alimenticios a base de colágeno están ganando popularidad en las redes sociales, donde algunos influyentes intentan convencer a los consumidores de los supuestos beneficios de estos productos milagrosos», afirmó la organización en un comunicado.
Añade que, aunque «se supone que hidratan la piel, luchan contra el envejecimiento y mejoran la salud de las articulaciones», los fabricantes «no pueden aplicar tales afirmaciones» sin que existan estudios científicos sólidos en los que puedan basarse.
Según la misma organización belga, «hasta la fecha, ningún estudio ha demostrado de forma convincente» que estos productos con colágeno tengan «propiedades hidratantes o que prevenga eficazmente el envejecimiento de la piel».
Recuerda que las declaraciones de propiedades saludables como «beneficioso para las articulaciones» e «hidratante» no se pueden utilizar libremente ya que «se rigen estrictamente por la normativa europea y deben ser aprobados por la Comisión Europea».
En ese contexto, la organización señala que, «hasta la fecha, no se ha concedido tal autorización al colágeno, pero algunos fabricantes parecen prestar poca atención a estas normas y las indican en los envases de sus productos».
Por ello, Testachats ha presentado una denuncia ante la Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria (AFSCA) y ha advertido a los consumidores que no compren estos suplementos «costosos y sin fundamento científico».
16 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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Científicos de varios centros de investigación han comprobado en ratones el potencial de una nueva inmunoterapia para combatir tumores sólidos y han demostrado la eficacia que pueden llegar a tener las «células puñal» para fortalecer las células defensivas del paciente.
El trabajo ha sido coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Hospital 12 de Octubre de Madrid, y las conclusiones del trabajo se han publicado en la revista OncoImmunology.
Las estrategias que aprovechan el sistema de defensa natural del organismo para combatir el cáncer -las distintas clases de inmunoterapia- han mostrado ya buenos resultados en varios tipos de cáncer, pero todavía no en todos, ha recordado el CNIO en una nota difundida hoy.
En este contexto, este trabajo ha demostrado en modelos animales la eficacia de una nueva inmunoterapia para tratar tumores sólidos, basada en fortalecer un tipo de células del sistema inmunitario del paciente, los «linfocitos T».
El potencial terapéutico de esta nueva inmunoterapia (llamada «STAb-TIL») ha sido validado en modelos animales con un tipo de cáncer de pulmón, ha detallado el CNIO.
La técnica se basa en extraer del tumor del paciente linfocitos T, denominados «TIL» (por sus siglas en inglés), y modificarlos genéticamente en el laboratorio para potenciar su capacidad antitumoral, incrementar su número, y reintroducirlos de nuevo en el paciente para que destruyan el tumor.
Este tipo de inmunoterapia celular adoptiva que usa «TIL» ya ha demostrado una eficacia terapéutica notable en pacientes con melanoma, lo que ha propiciado la aprobación, el pasado mes de febrero, por parte de la agencia del medicamento estadounidense, de la primera terapia con esa técnica para pacientes adultos con determinados tipos de melanoma.
En otros tipos de cáncer, sin embargo, la inmunoterapia celular adoptiva con «TIL» no había mostrado beneficios clínicos, ha señalado el CNIO.
Los investigadores han empleado una nueva estrategia para fortalecer los linfocitos del paciente, y los han modificado mediante una técnica propia: las «células puñal» (o células «STAb-T»).
En ella, los linfocitos T se modifican para que puedan producir un tipo especial de anticuerpo llamado biespecífico, que puede reconocer dos dianas, una en la célula tumoral y otra en el linfocito T.
De esa manera, los anticuerpos biespecíficos ponen en contacto las células defensivas con las tumorales, facilitando la eliminación de las últimas.
La eficacia de la inmunoterapia con las células puñal «STAb-T» está siendo evaluada actualmente en un ensayo clínico «First-in-human» para el tratamiento de pacientes con determinadas leucemias.
Además, las células puñal también han demostrado recientemente en el laboratorio y en modelos animales ser más efectivas que la inmunoterapia empleada preferentemente para el tratamiento del mieloma múltiple.
El trabajo ha sido coordinado por Luis Álvarez-Vallina, jefe de la Unidad de Investigación Clínica en Inmunoterapia del Cáncer H12O-CNIO y de la Unidad de Inmunoterapia del Cáncer (UNICA) del Hospital Universitario 12 de Octubre, y su primera autora es Anais Jiménez-Reinoso.
16 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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18
La duración de los tratamientos con antibióticos se podría reducir en la mayoría de infecciones respiratorias, adoptándolos a las necesidades de los pacientes, según un trabajo liderado por el investigador Carl Llor, del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) JGol.
El IDIAP JGol ha informado este lunes en un comunicado de las conclusiones del trabajo de Llor, que es una revisión de estudios sobre este tema publicados anteriormente.
Carl Llor, primer firmante del trabajo y líder del Grupo de Investigación en Infecciones en Atención Primaria del IDIAP JGol, ha destacado que cada persona metaboliza los medicamentos de manera diferente, lo que hace que el tratamiento antibiótico estándar no sea adecuado para todas.
Factores como la edad, las comorbilidades (presencia de una o más enfermedades), otras enfermedades debilitantes o el estado del sistema inmunitario del individuo influyen en la duración del tratamiento para cada persona, según el investigador.
En algunos casos, bastaría con prescribir antibiótico una semana o incluso tres días de tratamiento para ser efectivos, ha precisado.
En los hospitales se pueden usar biomarcadores para determinar la duración óptima del tratamiento con antibióticos, pero estos recursos a menudo no están disponibles en la atención primaria.
En este trabajo, que ha sido publicado en la revista eClinicalMedicine, del grupo The Lancet, se explica que se podría reducir la duración del tratamiento antibiótico cuando mejoran los síntomas sin perder efectividad.
«Aún así, antes de recomendar esta práctica en el ámbito clínico, sería necesario realizar un ensayo clínico aleatorizado que permitiera comparar la individualización de la duración del tratamiento antibiótico con las necesidades de cada paciente», se afirma en el comunicado.
Está previsto que el IDIAP JGol lleve a cabo próximamente este estudio clínico, en una fecha que, por ahora, no se ha concretado.
Llor ha destacado que «sustituir la práctica tradicional de tratamientos de duración fija por un enfoque individualizado y centrado en el paciente podría mejorar la atención, reducir la exposición de los pacientes a los antibióticos, disminuir los efectos secundarios y ayudar a reducir la resistencia antimicrobiana, algo que ahora tendremos que valorar en un ensayo clínico».
El IDIAP JGol ha recordado que los antibióticos han sido fundamentales para salvar vidas y prevenir infecciones, pero que su efectividad está en riesgo a causa del aumento de la resistencia a los antimicrobianos, provocado por el abuso de estos medicamentos.
Aproximadamente el 80 % de los antibióticos se prescriben en la Atención Primaria, una gran mayoría de los cuales tratan infecciones del tracto respiratorio, que son muy frecuentes.
En los últimos años, las autoridades sanitarias han insistido en la necesidad de reducir el uso excesivo de los antibióticos, pero solo ha disminuido un 4 % la media de exposición de la población a los antibióticos, se asegura en la nota.
16 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy que la vacuna MVA-BN es la primera contra el mpox (viruela símica) añadida a la lista de precalificación, importante paso para enfrentar actuales brotes en África.
Esto deberá posibilitar un mayor acceso y más oportuno de las comunidades con necesidades urgentes a este producto vital, a fin de reducir la transmisión y ayudar a contener el brote.
La evaluación de la OMS para la precalificación se basa en la información presentada por el fabricante Bavarian Nordic A/S y en el examen realizado por la Agencia Europea de Medicamentos, organismo regulador reconocido para este inyectable.
De acuerdo con los especialistas, MVA-BN puede administrarse a personas mayores de 18 años como dos inyecciones que se inoculan con cuatro semanas de diferencia.
La vacuna, previamente almacenada en frigoríficos, puede conservarse a una temperatura de entre dos y ocho grados Celsius durante un máximo de ocho semanas.
El Grupo de Expertos de la OMS en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización examinó toda la evidencia disponible y recomendó el uso de MVA-BN en el contexto del brote de mpox para las personas con un alto riesgo de exposición.
Aun cuando actualmente no está autorizada para menores de 18 años, puede utilizarse extraoficialmente en bebés, niños y adolescentes, así como en embarazadas y personas inmunodeprimidas, lo cual significa que su uso está recomendado en contextos de brotes en los que los beneficios de la vacunación superan los riesgos potenciales.
El organismo sanitario también recomienda la administración de una sola dosis en situaciones de brote en las que haya limitaciones en el suministro de vacunas, y hace hincapié en la necesidad de recopilar más datos sobre la seguridad y la efectividad del producto en esas circunstancias.
Datos disponibles muestran que la efectividad estimada de una sola dosis de MVA-BN, administrada antes de la exposición desde el punto de vista de la protección frente a la mpox, es del 76 %, mientras que en el caso de la pauta de dos dosis alcanza el 82 %.
Precisan además que la vacunación después de la exposición es menos eficaz que la previa.
El 14 de agosto de 2024, la OMS declaró que el recrudecimiento del brote de mpox en la República Democrática del Congo y otros países constituía una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.
Desde el inicio del brote mundial en 2022, más de 120 países han confirmado una cifra de casos de mpox que supera los 103 000.
Solo en 2024, en los distintos brotes que afectaron a 14 países de la región de África se contabilizaron 25 237 casos, entre sospechosos y confirmados, y 723 defunciones.
13 septiembre 2024|Fuente: Prensa Latina |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia