endometriosisCon un diagnóstico ahora no quirúrgico y un tratamiento hormonal recomendado como tratamiento de primera línea, los procedimientos invasivos han dejado de ser la primera opción para tratar la endometriosis. Durante el Congreso Internacional de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) de 2023, varias intervenciones mencionaron esta nueva tendencia, que incluye la prueba de saliva para diagnosticar la endometriosis que, por ejemplo, estará próximamente disponible en Francia.

El uso de la prueba de saliva se limitará a las mujeres que aún presentan dolor pélvico, a pesar de la amenorrea inducida por el tratamiento hormonal y de la ausencia de lesiones observables en las imágenes, indicó el Dr. Philippe Descamps del Centre Hospitalier Universitaire d’Angers, en Angers, Francia, vicepresidente de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, durante una conferencia de prensa organizada con motivo del congreso.[1]

«Esta no es una prueba de detección», recordó el ginecólogo. Tampoco pretende confirmar un diagnóstico de endometriosis realizado después de la visualización de las lesiones mediante imágenes (ecografía transvaginal o resonancia magnética). «Por otro lado, esta prueba es interesante en las primeras etapas de la endometriosis peritoneal, que a menudo son invisibles en la resonancia magnética».

La endometriosis es una enfermedad ginecológica inflamatoria crónica caracterizada por el crecimiento de fragmentos de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Sensibles a los estrógenos y al ciclo menstrual, las lesiones de endometriosis provocan dolor pélvico y pueden provocar infertilidad. Se estima que esta enfermedad, que progresa desde la pubertad hasta la menopausia, afecta entre 5% y 10% de las mujeres en edad fértil.

La fisiopatología de la endometriosis aún no se comprende bien. La patología suele explicarse como consecuencia de una menstruación retrógrada que provocaría que fragmentos del endometrio ascendieran hacia la pelvis, pasando por las trompas de Falopio.

Desarrollado por la start-up francesa Ziwig, la prueba Endotest® consiste en analizar, a partir de una muestra de saliva, 109 microARN implicados en la fisiopatología de la endometriosis. Estos biomarcadores que constituyen una firma de la endometriosis están particularmente relacionados con la inflamación, la inmunidad y la proliferación celular.

Reducir el error diagnóstico

Un primer estudio publicado en 2022 reveló resultados prometedores con esta prueba para el diagnóstico de la endometriosis, que mostró una sensibilidad («tasa de verdaderos positivos») de 96%. Su interés se confirmó recientemente en el estudio EndomiRNA Saliva Test, que también reveló una especificidad (tasa de verdaderos negativos) de 95% en los primeros 200 pacientes participantes.[2]

Aún no se conocen los resultados finales, pero la prueba ya está disponible en 12 países. En Francia, la autoridad regulatoria (Haute Autorité de Santé) está debatiendo para definir su lugar en el manejo de la endometriosis y su reembolso. «Esperamos tener una respuesta antes de finales de 2023″, expresó el Dr. Descamps en la edición francesa de Medscape.

  31 octubre 2023| Fuente: Medscape Tomado de Noticias Médicas

 

its2En ocasiones, al no haber síntomas o un diagnóstico previo, las trompas de Falopio pueden estar ya obstruidas, lo que afecta directamente a la producción de óvulos. En el caso del útero, puede llegar a impedir la implantación correcta del embrión.

Según el último informe del Ministerio de Sanidad «Vigilancia Epidemiológica De Las Infecciones De Transmisión Sexual En España» publicado este año, solo en 2021 los casos de gonorrea se situaron en más de 15.000, 20.500 en el caso de la clamidia. Y es que, además de todo lo que implican ambas ITS a nivel de salud, estas pueden convertirse en un problema a la hora de lograr un embarazo debido a la aparición de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).

Tal y como explica el Dr. Elkin Muñoz, especialista en salud reproductiva y director de IVI Vigo y A Coruña, «la enfermedad inflamatoria pélvica se da como consecuencia mayormente de una infección de gonorrea y clamidia, y es que estas bacterias de transmisión sexual se propagan desde la vagina al útero, las trompas de Falopio o los ovarios. Estas provocan inflamación, cicatrización y hasta una posible obstrucción de las trompas de Falopio, dificultando la fecundación e incluso pudiendo provocar embarazos ectópicos en un futuro. Además, los ovarios y el útero también se ven afectados por este proceso inflamatorio y se pueden llegar a producir abscesos».

Si las trompas de Falopio están obstruidas por una infección previa, no podrán transportar óvulos desde los ovarios y, en consecuencia, no habrá muchos o ningún óvulo para que el esperma encuentre y fecunde para formar un embrión. También se puede dar la situación de que estas estén parcialmente bloqueadas y finalmente espermatozoide y óvulo se encuentren, pero el daño causado por la ITS puede evitar que el embrión se implante en el útero. E incluso en el caso de que la infección sea muy grave puede llegar a cicatrizar el útero y terminar dando lugar al síndrome de Asherman, lo que dificulta la unión o desarrollo de un embrión.

A menudo, la gonorrea y la clamidia ocurren juntas. El problema es que la gonorrea suele ser asintomática, y cuando presenta síntomas son casi imperceptibles. En el caso de la clamidia, responde muy bien a los antibióticos, pero la gonorrea puede presentar una mayor resistencia al tratamiento anti-bacteriano. Por todo ello, una detección temprana es clave para evitar problemas futuros.

«Si se presentan síntomas como dolor en la parte baja del abdomen, flujos vaginales anormales, relaciones sexuales dolorosas, sangrado entre periodos y ardor al orinar se debe consultar a un especialista para que pueda tratar una posible EIP lo antes posible. A veces también ocurre que muchas mujeres apenas desarrollan síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica o suelen confundirlas con una cistitis o con alguna infección vaginal, por lo que se termina diagnosticando a la hora de encontrar dificultades para lograr el embarazo. Además, si no se tratan, estos síntomas irán agudizándose según avanza el proceso infeccioso», añade el Dr. Muñoz.

En el caso del Virus del Papiloma Humano (VPH), una las ITS con más prevalencia en mujeres (14,3%), no produce infertilidad por sí solo, aunque algunos estudios sugieren que cuando convive con la clamidia aumenta también el riesgo de esterilidad, un mayor riesgo de aborto espontáneo o pueden dificultar la implantación debido a los tratamientos quirúrgicos o de radioterapia necesarios para abordarlo.

¿Y las consecuencias en la salud reproductiva masculina?

Aunque parece afectar más a las mujeres, las ITS pueden provocar infertilidad también en hombres. En el caso de sufrir gonorrea o clamidia, estas enfermedades infecciosas pueden llegar a bloquear los epidídimos. Estos son unos conductos situados en la parte posterior de los testículos, que almacenan y luego transportan el esperma durante la eyaculación. Y en el caso del VPH, la infección dificulta la capacidad de los espermatozoides de moverse libremente, lo que afecta directamente a las probabilidades de lograr un embarazo.

«Un epidídimo bloqueado no permitirá que ningún espermatozoide alcance el óvulo durante el coito o lo dificultará en el caso de una baja movilidad. Pero si partimos de la base del contagio de la ITS a una pareja femenina, pues las probabilidades de que existan muchas más dificultades a la hora de concebir se multiplican», aclara el doctor.

Por todo ello, los especialistas en salud reproductiva recalcan la importancia de la prevención, mediante del uso del preservativo, para evitar la aparición de ITS que puedan impactar directamente en nuestra fertilidad en un futuro. Si esto ocurre, siempre se podan explorar otras posibilidades mediante la reproducción asistida con el fin de poder lograr un embarazo a término.

01/09/2023(IMMédico) Tomado- Noticias E. Infecciosas y Microbiología

 

Una investigación muestra evidencias de que las neurotrofinas y sus receptores pueden servir para desarrollar tratamientos analgésicos para el dolor por endometriosis.
La endometriosis se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera del útero, normalmente depositado en ovarios, en las trompas de Falopio y en el tejido que recubre la pelvis. Se estima que afecta a entre el 5 y el 10% de las mujeres en edad fértil, en quienes puede causar dolor intenso e infertilidad.

endometriosis

Si bien hay diversos fármacos indicados para el dolor asociado a la endometriosis, no siempre son suficientes. Un grupo de investigadores encabezado por Robert Taylor, del Departamento de Ginecología y Obstetricia y de Patología de la Universidad de Buffalo, en Estados Unidos, ha estudiado una potencial vía de desarrollo de nuevos medicamentos.

“La endometriosis es común y compleja, y probablemente se desarrolla por múltiples mecanismos etiológicos. Por tanto, se necesitan múltiples dianas terapéuticas. En las últimas cinco décadas la estrategia se ha centrado en aproximaciones quirúrgicas y endocrinológicas. Fármacos nuevos, dirigidos a bloquear la neuroinflamación pueden ser futuras y prometedoras intervenciones en el dolor asociado a endometriosis”, expone Robert Taylor.

Hace más de 80 años que los médicos conocen la presencia de fibras nerviosas en el útero humano, pero su vinculación con el dolor en la endometriosis es más reciente.
Neuronas en tejido endometrial

En este trabajo se han buscado biomarcadores neurales en biopsias de tejido endometrial obtenidas de ocho mujeres sometidas a histerectomía (cuatro pacientes con endometriosis; cuatro sin endometriosis).

La inmunohistoquímica confirmó la presencia de neuronas en el tejido endometrial humano, y las células estromales endometriales aisladas expresaron neurotrofinas y sus receptores. Se analizaron muestras de líquido peritoneal de 14 participantes con endometriosis y 26 participantes sin endometriosis.
Interleucina 1β

Así, los investigadores del estudio, que se acaba de publicar en The American Journal of Pathology, postulan una nueva diana terapéutica que se encuentra regulada por la vía de señalización de la interleucina 1β (IL-1β) a través de la cinasa c-Jun N-terminal (JNK).

En la investigación muestran que gran parte de los mediadores dominantes de la inflamación, el crecimiento nervioso y la sensación de dolor se comunican sobre todo a través de una vía de señalización selectiva de la vía JNK.

Nuevo estándar terapéutico de primera línea en endometrio avanzado o recurrente
Desarrollan un atlas celular detallado de la endometriosis
Un nuevo modelo de IA ayuda a predecir riesgo de recaída en endometrio de bajo grado temprano

Se trata de una vía, como se explica en el trabajo, implicada en la regulación de las neurotrofinas, un tipo de proteínas específicas del sistema nervioso central y periférico.

La consecuencia más significativa que se desprende del hallazgo es la posibilidad de desarrollar fármacos dirigidos a esa vía como una nueva estrategia para frenar el dolor pélvico asociado a la endometriosis.
Nuevos tratamientos dirigidos

«Nuestra investigación y la de otros investigadores sientan las bases para identificar nuevos fármacos que bloqueen los estímulos dolorosos que emanan de la pelvis al cerebro, abriendo oportunidades para mejorar los síntomas y la calidad de vida de las mujeres que no están bien atendidas por los limitados tratamientos disponibles en la actualidad. Los fármacos del futuro dirigidos específicamente contra JNK, pero que no interfieren en la producción de hormonas ováricas, podrían sustituir a los actuales agentes disruptores hormonales, muchos de los cuales presentan perfiles de efectos secundarios adversos”, afirma el autor principal.

8 agosto 2023 (Diario Médico)

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