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Un nuevo estudio ha evidenciado presencia de SARS-CoV-2 en el intestino de niños hasta 36 días después de la infección. De los niños infectados cuyas muestras se han analizado, el 70 por ciento eran asintomáticos.
Estos resultados reforzarían la teoría formulada por los médicos del Children’s National Hospital de Washington, en Estados Unidos, que acompañaba al estudio publicado la revista JAMA Pediatrics, que sugiere que los niños pueden propagar el virus, incluso si nunca desarrollan síntomas, durante mucho tiempo después de haber desaparecido.
Los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad China de Hong Kong descubrieron a partir del análisis de heces que casi el 70 por ciento de los niños diagnosticados con COVID-19, podían portar el virus activo en sus intestinos. En algunos casos hasta 36 días después de haberse contagiado. Esto hace que puedan «continuar transportando el virus activo durante mucho tiempo», lo que representaría un «riesgo de transmisión» para la contención del virus y las personas que no se encuentran infectadas.
Para este estudio se analizaron más de 17 500 muestras de heces, identificando con éxito 22 casos confirmados de COVID-19, de los cuales 20 eran niños menores de 6 años.
El estudio encontró además que la proporción de casos confirmados en niños locales era superior a la de los países continentales, europeos y americanos. Dos de ellos eran menores de 3 años y más del 40 por ciento de los pacientes no presentaban síntomas.
El jefe del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de CUHK, Chen Jixiang, explicó que tanto la carga viral como el porcentaje de niños con virus activo son relativamente altos y continúan siendo portadores del virus durante mucho tiempo, mientras que los adultos tardan 10 días o incluso menos en deshacerse del virus y evitar así el posible contagio.
abril 14/2021 (Redacción Médica)
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