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Millones de niños en todo el mundo no logran alcanzar su potencial de desarrollo debido, en parte, a su exposición a altas tasas de contaminantes tanto actuales como heredados. Para conocer más sobre esta situación, investigadores de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) y la Universidad Católica de Uruguay estudiaron la exposición a químicos de niños uruguayos mediante un dispositivo de recopilación de datos poco frecuente: pulseras de silicona.
Durante una semana, niños de 6 a 8 años usaron las bandas y los investigadores encontraron un promedio de 13 contaminantes en cada una de ellas. Algunas pulseras detectaron exposición al DDT, un pesticida dañino cuyo uso está prohibido en muchos países, como Estados Unidos, desde la década de 1970.
El estudio, publicado recientemente en la revista Science of the Total Environment, es el primero en utilizar pulseras de silicona para medir la exposición de los niños a productos químicos. El estudio se realizó como parte de un proyecto de investigación llevado a cabo en Montevideo, dirigido por Katarzyna «Kasia» Kordas, profesora en Buffalo. El Instituto UB RENEW (Investigación y Educación en Energía, Medio Ambiente y Agua) proporcionó los fondos para el estudio.
«Uno de los hallazgos clave de esta investigación es que todavía observamos en los niños productos químicos industriales y agrícolas que llevan años e incluso décadas prohibidos», asegura Steven C. Travis, primer autor del estudio y estudiante de doctorado en Buffalo.
El potencial de las pulseras de silicona
Las pulseras de silicona se han convertido, en los últimos años, en un método popular para medir la exposición a productos químicos, al ser fáciles de usar y un método de muestreo no invasivo. También tienen capacidad para contener productos químicos semivolátiles y capturar productos químicos durante un período de tiempo más largo. De hecho, más de 1 500 productos químicos han sido muestreados con pulseras de silicona, según Travis.
En concreto, los investigadores analizaron 45 productos químicos de cinco grupos y detectaron entre ocho y 19 productos químicos en cada una de las 23 pulseras recolectadas, bifenilos policlorados (PCB), pesticidas, difenil éteres polibromados (PBDE), retardantes de llama organofosforados (OPFR) y nuevos productos químicos ignífugos halogenados (NHFR). Los NHFR fueron el único grupo químico no detectado, según la información de la universidad norteamericana recogida por DiCYT.
«El uso de pulseras como dispositivo de muestreo personal es una excelente alternativa para evaluar qué productos químicos nocivos se acumulan en los cuerpos de los niños, en lugar de la forma tradicional de tomar muestras de sangre y medir las concentraciones químicas», dijo la coautora Diana Aga.
La presencia de PBDE se confirmó en 22 de 23 pulseras. Sin embargo, las concentraciones de este grupo químico fueron mucho más bajas que las encontradas en estudios realizados en Estados Unidos, lo que sorprendió a los investigadores.
«Con este estudio, hemos podido vincular diferentes exposiciones a ciertas características del estilo de vida», apunta Travis. «Por ejemplo, podemos sugerir que no tener alfombras en el hogar puede conducir a una menor exposición a los retardantes de llama bromados, que se usaron ampliamente en la producción de alfombras».
«Es muy preocupante que los niños pequeños estén expuestos a múltiples productos químicos, incluidos los que han sido prohibidos en los Estados Unidos por los daños que puede causar a la salud», concluye Kordas. Sabemos que cuando los químicos se registran juntos, podrían ser más perjudiciales para el desarrollo de los niños que cada químico por separado.
Referencia Bibliográfica:
C.Travis S., Aga D.S.Queirolo E. I.,Olson J.R., Daleiro M., Kordas K.: Catching flame retardants and pesticides in silicone wristbands: Evidence of exposure to current and legacy pollutants in Uruguayan children. Science of The Total Environment. V 740, 20 October 2020, 140136. https://doi.org/10.1016/