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Un equipo de científicos ha demostrado que las células B, pese a que son importantes para ayudar al sistema inmunológico a combatir los patógenos, pueden dañar el sistema nervioso en la esclerosis múltiple.
En los últimos años, ciertas células inmunitarias, las células supresoras derivadas de mieloides (MDSC), han estado recibiendo una atención creciente en este contexto. Funcionan como un importante mecanismo de control en el sistema inmunitario y se aseguran de que las reacciones inmunológicas no se vuelvan excesivas, pero en el caso de la esclerosis múltiple, estos controles en el sistema nervioso parecen fallar en parte.
Los investigadores utilizaron un modelo de ratón de encefalomielitis experimental autoinmune. Extrajeron las MDSC del tejido meníngeo y luego observaron un aumento en la acumulación de células B. Al mismo tiempo, se produjeron inflamaciones y lesiones desencadenadas por el elevado número de células B en el tejido nervioso. Este fenómeno no ocurrió cuando estaban presentes suficientes MDSC para controlar el número de células B. El estudio se publica en Nat Immunol 2018.
febrero 26/2019 (neurologia.com)