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En estudios previos se ha señalado que las funciones ejecutivas pueden actuar como mediadoras entre el estrés percibido y las quejas subjetivas de memoria. Sin embargo, no se ha evaluado qué funciones ejecutivas son las que median en mayor medida dicha relación.
Un nuevo estudio ha pretendido determinar si las funciones ejecutivas tienen un papel mediador en la relación entre el estrés percibido y las quejas subjetivas de memoria, y cuáles son las que tienen un mayor poder explicativo.
La muestra estuvo compuesta por 743 universitarios (76,4 % mujeres), con una edad media de 22,24 ± 3,64 años. Las quejas subjetivas de memoria se evaluaron con el cuestionario de fallos de memoria de la vida cotidiana; el estrés, con la escala de estrés percibido; y las funciones ejecutivas, con el inventario de síntomas prefrontales. Las funciones ejecutivas y el estrés percibido explicaron en conjunto un 57 % de las quejas subjetivas de memoria, y los problemas atencionales y los problemas del control ejecutivo fueron las dos variables con un mayor peso en el modelo. Por otro lado, los problemas del control ejecutivo, los problemas atencionales y los problemas de la conducta social mostraron un efecto mediador entre el estrés percibido y las quejas subjetivas de memoria.
En resumen, la percepción de estrés parece estar generando una merma en los recursos ejecutivos, en especial de los recursos atencionales, así como en la capacidad de adaptación del comportamiento social y en la planificación, los cuales generan, a su vez, una mayor presencia de quejas subjetivas de memoria. Por ello, problemas del control ejecutivo y problemas atencionales podrían ser factores de elección para la intervención clínica. El estudio fue publicado por Rev Neurol 2018.
agosto 28/2018 (neurologia.com)