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Un estudio británico sugiere que los niños que no desayunan de manera regular probablemente no alcancen a obtener todos los nutrientes esenciales diarios recomendados
Los niños que no desayunaban todos los días eran más propensos a tener deficiencias de hierro, calcio, yodo, y folatos, en comparación con los niños que desayunaban diario, según el equipo de investigación.
«Una mayor proporción de niños que desayunaba alcanzó las recomendaciones de ingesta diaria de estos micronutrientes, en comparación con los que no desayunaban», expresaron Health Gerda Pot y Janine Coulthard, coautoras, del Kings College London, en Reino Unido.
«Estos hallazgos sugieren que el desayunar podría desempeñar un papel importante, asegurando que un niño consuma suficientes de estos micronutrientes esenciales», señalaron las investigadoras.
Aunque los niños mayores eran más propensos a omitir el desayuno, el déficit de nutrientes (diario) era mayor en los niños más pequeños que no desayunaban.
«Nuestra investigación indicó que aunque menores proporciones de niños de entre 4 a 10 años de edad se abstuvieron del desayuno de manera regular, en comparación con el grupo de entre 11 a 18 años, se observaron mayores deficiencias de los micronutrientes en el grupo más joven, al comparar los días en los que desayunaron, con los días en los que omitieron la ingesta. Por tanto, puede ser particularmente importante para este grupo de edad (más joven) el comer un desayuno saludable, ya sea en casa, o en la cafetería de la escuela».
Los investigadores examinaron los registros en diarios alimenticios de cuatro días, de casi 1 700 niños de entre 4 a 18 años de edad. La información se tomó de una encuesta nacional anual sobre la alimentación y nutrición realizada entre los años 2008 y 2012.
El desayunar se definió como consumir más de 100 calorías entre las 6 y las 9 de la mañana.
En general, alrededor de 31% de los niños desayunaba diario, 17% nunca, y el resto desayunaba de manera intermitente. En este último grupo, los investigadores también compararon la ingesta de nutrientes de manera individual cuando desayunaban y cuando no lo hacían.
El equipo también encontró que 6,5% de los niños de entre 4 y 10 años de edad no desayunaba nunca, en comparación con aproximadamente 27% de los niños de entre 11 y 18 años de edad.
Las niñas eran más propensas a omitir el desayuno que los niños, y el ingreso económico por hogar era mayor para las familias de los niños que desayunaban todos los días.
Más de 30% de los niños que no desayunaba no alcanzó la ingesta de hierro recomendada, en comparación con menos de 5% de los niños que lo hacía, informaron los investigadores en el British Journal of Nutrition.
Alrededor de 20% de los niños que no desayunaba tenía valores bajos de calcio y yodo, en comparación con aproximadamente 3% de los niños sí lo hacía.
Asimismo, 7% de los niños que no desayunaba tenía valores bajos de folatos, en comparación con 0% del grupo que lo hacía.
Los investigadores encontraron que la ingesta de alimentos grasos aumentó en los niños que no desayunaban.
Los niños que se abstuvieron del desayuno no parecen compensar la falta de esta comida ingiriendo más calorías durante el resto del día. De hecho, aquellos que no desayunaban consumían el mismo número, o incluso menos calorías totales, que los niños que desayunaban todos los días.
Asegurarse que los niños desayunen parece ser más difícil en el grupo de mayor edad, quienes posiblemente obtienen una menor supervisión por los padres, señalan las coautoras del estudio.
«Una táctica sería involucrar a los niños en la elección del desayuno, incluso preparando algo la noche previa si hay poco tiempo por la mañana».
Las autoras señalaron que hay una gran cantidad de recetas saludables, sencillas y sabrosas, disponibles en las redes sociales, que los niños pueden elegir, y que incluso podrían publicar en versión electrónica algunas fotos de sus creaciones.
septiembre 01/ 2017 (Medscape)