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Investigadores de la Universidad de Stanford de Estados Unidos identificaron marcadores biológicos asociados con la severidad del síndrome de fatiga crónica (SFC), los cuales podrían ayudar a obtener un diagnóstico a través de un análisis de sangre.Las muestras de sangre de 192 pacientes y 392 controles sanos fueron analizadas en un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, publicado el 31 de julio en Proceedings of the National Academy of Sciences. La edad promedio de los pacientes y los controles fue de 50 años, y la duración promedio de los síntomas en los pacientes era superior a los 10 años.
Los resultados mostraron que los niveles de algunas proteínas de señalización del sistema inmune o citocinas eran menores en pacientes con SFC medio que los de sujetos de control, pero fueron superiores en pacientes con SFC relativamente severo. Los hallazgos muestran evidencia de que la inflamación es causante del SFC, cuyas claves han eludido a científicos por décadas.
El SFC ocasiona en muchos pacientes síntomas similares a la gripe comunes en enfermedades causadas por la inflamación. Otros pacientes pueden tener síntomas que en ocasiones se manifiestan como problemas cardiacos, desequilibrios mentales, indigestión, diarrea, estreñimiento, dolor muscular, dolor en ganglios linfáticos y más, comentó Jose Montoya, profesor de enfermedades infecciosas y medicina geográfica de la Universidad Stanford y autor principal del estudio.
Antivirales, antiinflamatorios y medicamentos que regulan la inmunidad en algunos casos ayudan a mejorar los síntomas. Sin embargo, no se puede identificar ningún agente patógeno, ya que el detonante último del SFC aún no ha sido aislado, mencionó Montoya. Más de un millón de personas en Estados Unidos sufre del SFC, también conocido como encefalomielitis miálgica. Se reportó a principios de este año que en Noruega, una nación con una población superior a cinco millones, alrededor de 270 estudiantes de primaria y secundaria faltan a la escuela debido al síndrome.
El desorden no tiene cura conocida o tratamientos efectivos confiables. Por razones desconocidas, el síndrome persiste por décadas y es más frecuente entre adolescentes de 15 a 20 años, y en adultos de entre 30 y 35 años. Tres de cada cuatro pacientes del síndrome de fatiga crónica son mujeres.
agosto 13/2017 (Xinhua)