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Un equipo multicéntrico internacional, con participación el Hospital San Juan de Dios de Barcelona, identifica nuevas alteraciones genéticas del meduloblastoma.
La secuenciación genómica detallada del meduloblastoma, que supone el 75 por ciento de todo el cáncer del sistema nervioso central infantil, aporta pistas que podrían conducir a nuevos tratamientos, según destacan los artífices de este análisis que se publica en Nature.
De entrada, esta investigación sobre 491 pacientes ha encontrado dos nuevos genes asociados a los subgrupos de meduloblastoma peor conocidos: el grupo 3 y el 4, que combinados constituyen más del 60 por ciento de todos estos tumores. Los pacientes con ambos subgrupos tienen en general peor pronóstico que los que presentan el tumor con alteraciones en WNT o en la vía sonic hedgehog (SHH); de hecho, los pacientes cuyos tumores muestran activación de la vía WNT tienen un pronóstico excelente, mientras que aquellos que muestran activación de la vía SHH suelen tener un pronóstico intermedio.
«Nuestro objetivo es entender el tumor de cada paciente en un nivel molecular para poder ajustar el mejor tratamiento. Este estudio proporciona una fuente muy rica a investigadores neuro-oncólogos y a clínicos de todo el mundo para que puedan comprender mejor y dirigirse de forma más precisa a estos tipos de cáncer», apunta el autor principal Paul Northcott, del Departamento de Neurobiología del Desarrollo del Hospital Infantil Saint Jude, en Memphis. Otro autor principal es Stefan Pfister, del Centro de Investigación en Cáncer alemán y oncólogo pediátrico del Hospital Universitario de Heidelberg.
Entre los autores de esta investigación multicéntrica internacional también se encuentra Jaume Mora, del Departamento de Oncología del Hospital Materno-Infantil San Juan de Dios, en Barcelona.
Los científicos han analizado la expresión génica de 1256 muestras tumorales. Entre los hallazgos, destacan el de los oncogenes KBTBD4 y PRDM6, que se vieron solo en los grupos 3 y 4 de meduloblastoma; nunca antes se habían asociado a otro cáncer. Hasta este trabajo, apenas se conocía una tercera parte de todas las mutaciones vinculadas a esos dos subgrupos que se presentan ahora.
KBTBD4 es el gen que aparecía mutado con más frecuencia en estos subgrupos. La mutación implicaba la inserción de uno o dos aminoácidos en el mismo sitio del ADN (hot spot). Ahora están investigando la función de esta proteína normal y mutada; se prevé que la proteína KBTBD4 funcione junto con la enzima ubiquitina ligasa, que a su vez marca a otras proteínas para el reciclaje de las células.
El gen PRDM6 es un regulador epigenético. Su expresión aparecía considerablemente aumentada en el subgrupo 4 de meduloblastomas. En el aumento de esa actividad estaban implicados mecanismos de los reordenamientos del ADN. En concreto, la activación del gen PRDM6 contribuyó al 17 por ciento de los del grupo 4. Si se confirma que el PRDM6 es un oncogén, los investigadores esperan que pueda servir para desarrollar el primer modelo de laboratorio de este tipo de meduloblastoma, que supone aproximadamente el 40 por ciento de todos ellos.
julio 28/2017 (diariomedico.com)