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El reporte de un primer fallecido en Europa como consecuencia del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), encendió la alerta de expertos y científicos de todo el orbe.
El paciente, un hombre de 65 años, en febrero pasado contrajo la dolencia en los Emiratos Árabes de forma todavía no clara. Sin embargo, se cree que enfermó luego de visitar un mercado de animales, pues parece que los camellos y dromedarios pueden contagiar el virus y estos, a su vez, se infectan de los murciélagos.
Por tanto las autoridades sanitarias recomiendan especialmente a quienes visitan la península arábiga evitar el contacto con dromedarios y con los productos que provienen de estas especies.
Aún cuando el patógeno llegó a otros países europeos, solo en Asia y, en particular la República de Corea, se reporta un creciente número de casos, 19 en ese país, más de 150 afectados y cientos de personas en vigilancia.
MERS pertenece a la familia de los coronavirus y fue identificado por primera vez en Arabia Saudita en 2012. Sus síntomas son muy parecidos a los de un resfriado común, fiebre, tos, malestar general y problemas gastrointestinales.
Sin embargo, puede llevar a una neumonía, con insuficiencia respiratoria, fallo renal, multiorgánico y, finalmente, la muerte. Tiene una tasa de mortalidad de entre el 30 y el 40 %. De momento, no se conocen tratamiento o vacuna efectivos.
junio 17/2015 (PL)