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Un equipo de científicos apunta a un grupo de cepas del llamado linaje Beijing, que se originó en Oriente y se ha propagado en los últimos 200 años, con picos durante la Revolución Industrial y la Primera Guerra Mundial.
Investigadores de Alemania, Francia, Perú, España y otros 19 países encabezados por el francés Thierry Wirth, sostienen en un artículo publicado en Nature Genetics, que la propagación de la resistencia de la tuberculosis a múltiples fármacos está impulsada en buena parte por un grupo de cepas de M. tuberculosis del denominado linaje Beijing.
Los científicos han reconstruido la estructura biogeográfica de este linaje y su historia evolutiva a partir del análisis genético de casi 5 mil aislamientos procedentes de 99 países, y de la secuenciación del genoma completo de 110 aislamientos representativos.
Mediante este procedimiento, han demostrado que el linaje Beijing se originó inicialmente en Extremo Oriente, desde donde se ha difundido a todo el mundo en varias oleadas. En los últimos 200 años se han detectado picos de aumentos sucesivos en el tamaño de la población de este patógeno coincidiendo con la Revolución Industrial y la Primera Guerra Mundial, así como una caída con el auge del uso de antibióticos en la década de los sesenta.
Los autores rastrearon la propagación de las dos cepas más asociadas con la resistencia a múltiples fármacos a través de Eurasia y han determinado que se produjo a principios de la década de los noventa, cuando el sistema de salud pública de la antigua Unión Soviética se derrumbó. Por último, han identificado 15 genes que pueden haber contribuido a la resistencia a los medicamentos en el linaje de Beijing.
Colaboración internacional
Sofía Samper, del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón e integrante del equipo científico que ha desarrollado el trabajo, explica que el artículo publicado en Nature Genetics, doi:10.1038/ng.3195, aporta “gran cantidad de información que servirá a los investigadores involucrados en la epidemiologia molecular y en el resto de los campos de la tuberculosis para comprender mejor al bacilo”.
“Estamos comenzando una nueva era en la que técnicas de secuenciación masiva se utilizan en microbiología. Este análisis de los 110 genomas nos muestra la estructura global e hipótesis sobre la diseminación del linaje Beijing, estructurando dicha familia en siete grandes complejos evolutivos, detectando mutaciones características en cada uno de ellos y asociaciones con multirresistencia en alguno de los complejos clonales”, precisa.
El Instituto de Investigación Sanitaria Aragón trabaja desde la década de 1990 en estudios moleculares de micobacterias en colaboración con grupos de investigación europeos, participando en la vigilancia molecular de multirresistencia en el continente. Desde 2004 cuenta con apoyo del gobierno de Aragón para realizar la genotipificacion de todos los aislados de M. tuberculosis en la comunidad autónoma, lo que ha permitido conocer que la familia Beijing no se encuentra entre la población de bacterias propia de la región, únicamente en escasos casos “importados”.
Los investigadores aragoneses detectaron la entrada de una cepa de este linaje en la ciudad de Gran Canaria en los años 90, y han vigilado a lo largo del tiempo su diseminación, en colaboración con Isolina Campos, del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín. A raíz de este hallazgo, la cepa causante y su linaje ha sido objeto de investigación.
“Esto nos condujo a participar en proyectos europeos, diseñar y proponer marcadores para su identificación y los mejores métodos para su genotipado”, apunta Samper.