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Los genes Notch tienen un efecto perjudicial en algunos cánceres, porque promueven el crecimiento del tumor, mientras que en otros actúan como supresores. Este hecho, aún no claro, se ha descrito para el cáncer de vejiga, en el que es antitumoral, según un trabajo publicado en «The Journal of Clinical Investigation«. El resultado llama a ser cautos en el uso de terapias basadas en la inactivación de Notch, porque podrían aumentar el riesgo de cáncer de vejiga.
La investigación es una colaboración entre los grupos de Supresión Tumoral y Carcinogénesis Epitelial del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderados respectivamente por Manuel Serrano y Francisco X. Real. Los científicos también aportan pistas para entender las causas de la doble faceta de esta familia de genes.
«Notch juega un papel relevante como supresor tumoral en el cáncer de vejiga, resultado que no ha sido una sorpresa. La idea es que Notch interviene en la arquitectura del epitelio estratificado, que crece a base de superponer varias capas de células -y que también se da en la vejiga-.
El trabajo, no obstante, concluye con una nota de precaución: «Investigaciones previas del CNIO y de otros grupos habían descrito los efectos antitumorales de los inhibidores farmacológicos de Notch en modelos preclínicos de adenocarcinoma de pulmón, donde Notch es oncogénico. «Nuestros datos actuales invitan a ser cautos en la inhibición no específica de la vía de Notch en la clínica porque podría aumentar los tumores escamosos, como en la vejiga».
enero 15/2015 (Diario Médico)