dic
26
La encefalopatía espongiforme ovina o tembladera del cordero puede de infectar a humanos, si bien no se ha demostrado una transmisión directa, concluye un estudio publicado en «Nature Communications» (doi:10.1038/ncomms6821).
Un equipo de la Escuela Nacional de Veterinaria de Toulouse (Francia), liderado por Olivier Andreoletti, comprobó con ratones que esta enfermedad de priones -proteínas patógenas que producen alteraciones neurodegenerativas contagiosas en varias especies animales- podía transmitirse.
Para su experimento, los expertos modificaron genéticamente a los roedores para que tuvieran priones proteínicos humanos, para ver si estos eran susceptibles de ser infectados por priones causantes de la tembladera, propia de ovejas y cabras.
Las enfermedades de priones, como también lo son la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob -ECJ, que afecta a las personas-, están causadas por priones malformados e infecciosos que interactúan y transforman a priones normales.
La posibilidad de transmisión entre especies depende de la compatibilidad de sus priones.
En humanos, la forma más común de enfermedad priónica es la ECJ, que aparece de forma esporádica o hereditaria, y la variante vECJ, causada por la transmisión a las personas de la EEB, también conocida como «mal de las vacas locas».
Hasta ahora, no se conocía el potencial de la encefalopatía espongiforme ovina o tembladera del cordero para contagiar a humanos.
En el modelo de los científicos -el mismo usado en 1996 para confirmar la transmisión de vacas a humanos en el brote de vECJ en el Reino Unido-, los priones de tembladera se transmitieron a los de los ratones «humanizados» «con una eficacia comparable a las del ganado afectado por EEB».
«La transmisión de diferentes priones de tembladera en estos ratones también llevó a la propagación de priones que parecen idénticos a los que causan ECJ en humanos», escriben los científicos.
Los resultados, añaden, sugieren que los priones de tembladera pueden infectar a humanos y plantean nuevos interrogantes «sobre un posible vínculo entre priones animales y de personas», afirman.
Los expertos advierten sin embargo que el estudio «no es concluyente, porque no demuestra directamente una transmisión a humanos», por lo que, señalan, se necesitan más estudios a fin de confirmar que existe dicho vínculo.
Los expertos recuerdan que la tembladera del cordero ha existido durante siglos sin incidencia en la salud humana y apuntan que, en caso de poder ser transmisible por alguna vía, es improbable que suponga un peligro para la salud pública.
diciembre 25/2014 (EFE)
Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2014 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.