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El Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), ha realizado por primera vez en el mundo una intervención por VATS de puerto único en un paciente pediátrico para el abordaje de un micetoma.
Un equipo dirigido por Javier Aragón, del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), ha realizado por primera vez en el mundo una intervención por VATS de puerto único (videocirugía torácica monopuerto) en un paciente pediátrico para el abordaje de un micetoma.
La intervención, alternativa a toracotomía, añadía a la elevada complejidad inherente a esta técnica en adultos el hecho de que se trataba de una niña y además de un caso complejo.
Varios grupos en distintas partes del mundo han comenzado en los últimos años a realizar VATS, una técnica aún escasamente implantada pero que está despertando un enorme interés, para el abordaje de la cirugía del pulmón y los tumores del mediastino. La inmensa mayoría realizan una pequeña incisión a la que suman dos, tres o cuatro puertos.
Los resultados son «infinitamente superiores en comparación con la toracotomía clásica, en cuanto a dolor y recuperación funcional», ha señalado Aragón.
Su equipo ha incorporado la novedad de realizar una única incisión de cuatro o cinco centímetros, «lo que supone un reto importante para el cirujano pero reduce aún más la agresividad de la intervención».
Con todo este bagaje y tras ser consultados por los cirujanos pediátricos sobre el caso de una paciente con un linfoma afectada por un aspergiloma, decidió hacerse cargo del caso e intervenir por vía endoscópica.
Micetoma
Los micetomas, es decir, las lesiones producidas por hongos, resultan frecuentemente más difíciles de intervenir por esta cirugía mínimamente invasiva que los tumores pulmonares. «Se trata de lesiones inflamatorias abigarradas que producen muchas adherencias y resultan tremendamente difíciles de despegar de las estructuras vasculares, con el consiguiente riesgo de sangrado», ha indicado Aragón.
En este caso, la intervención consistió en una lobectomía media con resección atípica del lóbulo inferior derecho. Entre las dificultades añadidas, se trataba de una paciente oncológica que debía ser sometida posteriormente a un trasplante de progenitores hematopoyéticos y a radioterapia.
«Los cirujanos pediátricos y los oncólogos me comunicaron que debíamos realizar una extirpación completa de la lesión para evitar que los hongos vuelvan a anidar pero conservando al máximo el pulmón. Por eso desestimamos la bilobectomía, que técnicamente hubiera sido más sencilla». La lesión estaba ubicada justo en la cisura que separa el lóbulo medio del inferior.
La realización de una única incisión presenta la ventaja de que «entramos en la cavidad torácica sin utilizar separadores, únicamente a través de la herida, valiéndonos de una microcámara y material endoscópico».
Esta menor agresividad reduce el dolor y acelera la recuperación funcional del paciente, a lo que se suma el beneficio estético. «Lo que reportan los grupos que tienen experiencia utilizando varios puertos en comparación con cirugía abierta es que oncológicamente parecen ser incluso superiores porque la manipulación es menor y la diseminación del tumor durante la cirugía se reduce».
La intervención, que se prolongó durante cinco horas, se desarrolló sin complicaciones y la paciente evoluciona según lo previsto: «No ha ralentizado la rehabilitación de la niña, que llevaba meses encamada y a los 15 días de la intervención ya podía caminar».
«El principal temor del cirujano cuando trabaja en esta zona es afectar a uno de los grandes vasos, en los que una lesión puede ser catastrófica si no se actúa de inmediato. Por eso es necesaria una amplia experiencia en cirugía avanzada de mínima invasión», ha apostillado el especialista.
febrero 18/2013 (Diario Médico)