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Los polifenoles son metabolitos secundarios de plantas que han demostrado una acción beneficiosa para el organismo humano. Entre ellos están teniendo mucha relevancia los elagitaninos, potentes antioxidantes in vitro, y se cree son responsables de las propiedades saludables de nueces, granadas, fresas y frambuesas.
Sin embargo, lo que ahora se ha demostrado es que esa acción no está en relación con una acción antioxidante sino con la producción de unos metabolitos microbianos, las urolitinas, que desencadenan un efecto antiinflamatorio tanto a nivel intestinal como vascular. Este ha sido uno de los mensajes destacados por Francisco A. Tomás Barberán, investigador y profesor del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos del Centro de Edatología y Biología Aplicada del Segura Cebas-CSIC, quien ha recogido en Oviedo el XXI Premio DuPont de la Ciencia, por sus aportaciones científicas en el campo de la producción de alimentos de calidad y su papel para mejorar la salud humana.
Microbiota y urolitinas
Los polifenoles son constituyentes antioxidantes de alimentos de origen vegetal, presentes en alimentos como la uva o la granada. Tradicionalmente se ha atribuido a su acción la disminución del riesgo de algunas enfermedades asociadas al consumo de frutas y verduras. Sin embargo, «hemos podido comprobar que esto es más complejo de lo que se pensaba y que los antioxidantes de los alimentos no ejercen una acción antioxidante /in vivo porque son metabolizados, es decir, transformados por el organismo en metabolitos que no tienen acción antioxidante pero que sí generan otros beneficios para la salud», señala Barberán.
Así, en el caso de la granada los antioxidantes no se absorben sino que se transforman en urolitinas, que desencadenan un efecto antiinflamatorio vascular e intestinal. Estas urolitinas son producidas por la microbiota del colon, según una investigación desarrollada por el grupo de Barberán y cuyos resultados han sido confirmados por grupos de otros países.
«Lo que hemos visto también es que algunos individuos producen urolitinas en grandes cantidades y otros no, lo que se podría asociar a diferentes enterotipos (diferentes grupos bacterianos en el colon). La ingesta de alimentos ricos en polifenoles va a desencadenar un efecto beneficioso mayor en aquellas personas cuya microbiota produce mayor cantidad de urolitinas y no tanto en los deficitarios».
El equipo de trabajo de Barberán ha conseguido el aislamiento de una bacteria que puede ser suministrada a aquellas personas que por sí mismas no producen urolitinas. «Ya hemos conseguido caracterizarla, se trata de una especie nueva, y cuya patente estamos a punto de registrar».
Acción en resveratrol
Otra de las investigaciones desarrolladas por el Cebas-CSIC está relacionada con el resveratrol. «Ya disponemos de una patente que permite aumentar sustancialmente el contenido de resveratrol de la uva. Recientemente hemos realizado un estudio para comprobar su acción en prevención primaria y secundaria en enfermedad cardiovascular».
El Cebas-CSIC, en colaboración con el Hospital Morales Messeguer, de Murcia, ha realizado un estudio durante un año triple ciego placebo controlado, basado en el suministro a un grupo de individuos de extracto de uva enriquecido con resveratrol. «Hemos comprobado que esta ingesta se asocia a una disminución en plasma del LDL oxidado y la ApoB, dos lípidos asociados a enfermedad cardiovascular», dice Barberán sobre el estudio, publicado en American Journal of Cardiology. Además, hace solo unos semanas han publicado en Cardiovascular Drugs Therapy otro estudio que confirma en prevención secundaria los resultados demostrados en prevención primaria «concluyendo además que no se detecta ninguna interacción con fármacos».
febrero 13/2013 (Diario Médico)