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La exposición al ruido fuerte puede afectar la memoria y el aprendizaje, hipótesis de los investigadores del Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos (Cefybo), de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Los científicos basaron estas conclusiones en experimentos con ratas, cuyo sistema nervioso guarda similitud con el de los seres humanos.
Cuando estos animales fueron expuestos a un ruido con intensidades de entre 95 y 97 decibeles (dB), superiores a un nivel seguro (70-80 dB), tuvieron dificultades de aprendizaje y de memoria.
Llamó la atención de los científicos que las ratas sometidas a un ruido único durante dos horas tuvieron un mayor daño neuronal en el hipocampo- zona asociada con la memoria y el aprendizaje- en comparación con las expuestas a un periodo corto durante dos semanas.
Los animales utilizados en el estudio tenían entre 15 y 30 días de vida, lo que equivale a una edad de entre seis y 22 años en los humanos.
El mayor daño neuronal entre los animales expuestos por periodos cortos podría explicarse por la plasticidad cerebral ya que en la etapa de desarrollo aún se está formando el sistema nervioso.
Aunque este estudio sugiere que el ruido intenso puede afectar a los niños y adolescentes que escuchan música alta con aparatos digitales, aún es demasiado pronto para alarmarse, sostienen los científicos.
En su estudio -explicaron- emplearon ruido blanco, señal que contiene todas las frecuencias de sonido y que se percibe como un televisor sin sintonía.
La música que escuchan los niños posee bajas frecuencias y no se sabe todavía qué es lo que provoca el daño.
El próximo paso para los científicos es averiguar el mecanismo molecular por el cual las células del hipocampo resultan afectadas por el ruido.
julio 30/2012 (PL)