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Los investigadores hallaron que los adolescentes que habían sido víctimas de abuso o negligencia tenían menos «materia gris», el tejido que contiene las neuronas, en algunas áreas del cerebro, en comparación con los que no habían sufrido maltrato.
42 adolescentes que participaron en el estudio tenían antecedentes de abuso o negligencia. También tenían reducciones en la materia gris del cerebro, aunque no habían sido diagnosticados con un trastorno psiquiátrico, apuntaron los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
Las áreas afectadas del cerebro podrían diferir entre chicos y chicas, y podrían depender de si los adolescentes fueron expuestos a abuso o negligencia, o si la negligencia fue física o emocional, anotaron los investigadores.
Se observaron reducciones en la materia gris de las áreas prefrontales del cerebro, independientemente de si el adolescente había sufrido abuso físico o negligencia emocional. Pero las reducciones en la materia gris de otras áreas del cerebro dependían del tipo de maltrato. Por ejemplo, la negligencia emocional se asoció con menos materia gris en áreas del cerebro que regulan la emoción.
En los chicos, la reducción en la materia gris parecía concentrarse en áreas del cerebro asociadas con el control de los impulsos o el abuso de sustancias. En las chicas, las reducciones fueron en áreas del cerebro relacionadas con la depresión.
El estudio aparece en la revista Archives of Pediatric & Adolescent Medicine (doi:10.1001/archpediatrics.2011.565).
«Estos son adolescentes que quizás no tengan una enfermedad diagnosticable pero que siguen teniendo evidencia física del maltrato», apuntó en un comunicado de prensa de la Yale la autora principal Hilary Blumberg, profesora asociada de los departamentos de Psiquiatría y de Radiología Diagnóstica del Centro de Estudios Infantiles de la Yale. «Esto podría ayudar a explicar sus problemas con el rendimiento escolar o aumentar su vulnerabilidad a la depresión y a las dificultades conductuales».
Enfatizó que probablemente esta reducción en la materia gris no sea permanente.
«Hemos hallado que el cerebro, sobre todo en los adolescentes, muestra mucha elasticidad», aseguró Blumberg. «Encontrar formas de prevenir el maltrato y de ayudar a los jóvenes que lo han sufrido es esencial».
Diciembre 5/2011 (Medlineplus)
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.
Erin E. Edmiston, Fei Wang, Carolyn M. Mazure, Joanne Guiney, Rajita Sinha, Hilary P. Blumberg.Corticostriatal-Limbic Gray Matter Morphology in Adolescents With Self-reported Exposure to Childhood Maltreatment. Publicado en Archives of Pediatric & Adolescent Medicine , Diciembre 2011; 165: 1069 – 1077.