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Un sector de cirujanos plásticos de renombre mundial ha defendido en el XVI Congreso de la Secpre la utilización de cartílago costal autólogo para reproducir los pliegues de las orejas dañadas o inexistentes.
La solución idónea, tanto estética como funcional, para reconstruir el pabellón auricular es la extracción y tallado de cartílago costal autólogo. El alto nivel de entrenamiento y la destreza quirúrgica requerida por este procedimiento aconsejan limitarlo a hospitales de referencia.
Frente a las prótesis auriculares, que se colocan mediante implantes osteointegrados, y la utilización de diversos materiales sintéticos, un sector de cirujanos plásticos de renombre mundial defiende la utilización de cartílago costal autólogo para reproducir los pliegues de las orejas dañadas o inexistentes.
Se emplea en dos indicaciones: los defectos congénitos, como la microtia, y los defectos adquiridos. En éstos entran las amputaciones, traumatismos diversos, tumores, infecciones, quemaduras, incluso las alteraciones originadas por los piercing estéticos.
Françoise Firmin, cirujana plástica de la Clínica George Bizet, de París, que ha llevado a cabo 1.600 reconstrucciones tanto completas como parciales de pabellones auriculares mediante autoinjerto costal, ha defendido la eficacia de este método durante su estancia en Murcia con motivo del XVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre).
Se trata de lograr una reproducción tridimensional del relieve de la oreja que sólo es factible con el soporte del cartílago del propio paciente. \»No se pueden reproducir relieves complejos sólo con piel o colgajos porque necesitamos una estructura, que algunos cirujanos creen que se logra con productos sintéticos, pero no debemos poner un cuerpo extraño bajo una piel fina, porque si hay un traumatismo habrá infección o necrosis y habría que retirarlo\».
Françoise Firmin, que cuenta con cuarenta años de experiencia en esta técnica desde que se formó en Estados Unidos con su inventor, Burt Brent, se alinea también con el japonés Satoru Nagata. Los tres han aportado clasificaciones de reconstrucción autóloga de orejas, siendo la suya, basada en el tipo de incisión para insertar la estructura del cartílago, la reconocida por la comunidad científica como más útil.
La cirujana reconoce que esta técnica requiere, además de la reconstrucción del pabellón auricular propiamente dicha, una buena experiencia en la obtención, manejo y modelado de cartílago costal, que será el que imite la estructura auricular. \»Es una cirugía muy compleja y no basta con profesionales que hagan dos o tres al año; por ello es importante que haya algún centro especializado de referencia en cada país que concentre la casuística\».
Según la experta, algunos cirujanos plásticos eluden formarse en este campo tan específico por la laboriosidad y destreza que exige reproducir con precisión la estructura cartilaginosa auricular, no sólo en tamaño, simetría y pliegues, sino también para igualar en lo posible el tono y textura de la piel circundante.
En cuanto a la extracción del cartílago, ha recalcado que no es peligrosa ni traumática para el paciente, que sólo sentirá algo de dolor la primera noche de la intervención.
Buena parte de las reconstrucciones de pabellón auricular se centran en casos congénitos, que no deben abordarse antes de los 8 ó 10 años, edad en que la oreja deja de crecer, y también porque hace falta extraer bastante material costal para construir una oreja con todos sus pliegues.
\»Es una cirugía reconstructiva que no se queda en el aspecto estético, pues algunos pacientes no tienen conducto auditivo ni membrana timpánica. Cuando sólo hay que reparar uno de los dos pabellones, lo habitual es que el otro tenga función auditiva, pero el problema se complica si es bilateral\». En esos casos se pueden implantar audífonos y existen nuevas tecnologías, como la Soundbrigde, de Burt Brent, para microtia y atresia, que se colocan en el interior del pabellón auricular.
La cirujana cree que, aunque los cultivos celulares lograrán dentro de unos años poder copiar la forma del cartílago auricular, esa tecnología tendrá un precio muy elevado y no estará al alcance de todos los países. Por ello, augura un gran futuro todavía para el injerto autólogo de cartílago costal.
junio 8/2011 (Diario Médico)