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La Casa Blanca anunció recientemente que las principales corporaciones alimentarias comprometieron miles de millones de dólares en un plan que busca poner fin al hambre y la obesidad en Estados Unidos.
El compromiso del sector privado se dio a conocer durante la conferencia ‘Hambre, nutrición y salud’, que reunió a líderes gubernamentales, académicos y activistas con ‘el objetivo de acabar con el hambre y reducir las enfermedades relacionadas con la dieta en Estados Unidos para 2030′.
El gobierno del presidente Joe Biden promocionó el encuentro como la primera gran cumbre de la Casa Blanca sobre alimentación desde que Richard Nixon estuvo en el cargo (1969-1974), hace más de medio siglo.
Casi el 42 % de los adultos estadounidenses son técnicamente obesos y alrededor del 10 % de los hogares del país sufren inseguridad alimentaria, según las últimas estadísticas del gobierno.
‘Si no puedes alimentar a tu hijo, ¿qué más puede importar?’, preguntó Biden a la audiencia, entre los que estuvo el cocinero español nacionalizado estadounidense José Andrés. ‘En Estados Unidos, ningún niño debe irse a la cama con hambre. Ningún padre debe morir de una enfermedad que pueda prevenirse’.
Biden también dijo que quiere asegurarse que 9 millones de niños más sean elegibles para recibir almuerzos gratuitos en la escuela, un ‘primer paso importante’ en un país donde se dice que las comidas en los comedores son muy desequilibradas.
El presidente creyó que la congresista republicana Jackie Walorski, que colaboró con el plan, estaba entre el público pese a que falleció en agosto en un accidente. ‘Jackie, ¿estás aquí? ¿Dónde está Jackie?’, preguntó Biden a la multitud.
Los funcionarios dijeron a los periodistas que los 8 000 millones de dólares comprometidos por el sector público y privado incluyen aportes de más de 100 organizaciones, que van desde hospitales hasta empresas de tecnología y actores de la industria alimentaria.
‘Todos han asumido compromisos audaces y, en algunos casos, de cambios de paradigma que mejorarán significativamente la nutrición, promoverán la actividad física y reducirán el hambre y las enfermedades relacionadas con la dieta durante los próximos siete años’, dijo un funcionario.
Según la Casa Blanca, llevar una dieta deficiente es la responsable de los casos cada vez más frecuentes de enfermedades como la diabetes tipo 2, la obesidad, la hipertensión y ciertos tipos de cáncer. Y advierte: ‘No existe una receta mágica para superar estos problemas complejos’.
Una idea impulsada por la administración es regular el uso del término ‘saludable’ en los envases de los alimentos. ‘Más del 80 % de las personas en Estados Unidos no comen suficientes verduras, frutas y productos lácteos. Y la mayoría de las personas consumen demasiados azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio’, dijo la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Por ahora, la respuesta más rápida proviene del sector privado.
S2G Investments, que defiende ‘un planeta más humano y saludable’, y los especialistas en innovación de la industria alimentaria Food Systems for the Future están preparados para lanzar una coalición de inversores privados de 2 500 millones de dólares durante los próximos tres años.
La Asociación Nacional de Restaurantes ampliará un proyecto destinado a lograr que los niños coman alimentos más saludables en 45 000 puntos de venta, incluso en cadenas como Burger King.
El gigante de TI y comunicaciones Cisco contribuirá con 500 millones de dólares durante cinco años para comidas más saludables y producción de alimentos en las áreas donde opera.
Entre los compromisos no financieros presentados figura, por ejemplo, la promesa del gigante de la alimentación Danone de reducir el contenido de azúcar en los productos infantiles.
septiembre 29/2022 (AFP) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.