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La anorexia nerviosa puede causar daños graves en la visión y afectar al grosor de la mácula del ojo, lo que podría ser sintomático de un principio de ceguera, según un estudio publicado en la British Journal of Ophthalmology.
Los investigadores del Departamento de Oftalmología de la Universidad de Atenas (Grecia) analizaron la debilidad de la mácula y la actividad eléctrica en los ojos de 13 mujeres con anorexia nerviosa y compararon los resultados con los de 20 mujeres sanas de la misma edad.
Las mujeres de ambos grupos tenían una edad de 28 años como promedio y aquellas que padecían la enfermedad sufrían esa enfermedad desde hacía 10 años.
Comparando los resultados, los investigadores observaron que la mácula, un tejido situado cerca del centro de la retina, responsable de la visión de los detalles finos y del procesamiento de la luz, era significativamente más delgada en las anoréxicas.
Aunque ninguno de los dos grupos de mujeres padecía problemas visuales obvios, las anoréxicas además de tener la mácula y los nervios de la retina más finos tenían niveles más bajos de dopamina, hormona responsable de las transmisiones eléctricas, lo que reducía la capacidad de su cerebro para procesar las imágenes.
Además, los investigadores observaron que existían diferencias anatómicas en los ojos de las mujeres según el tipo de anorexia que padecían.
Así, la fóvea, pequeña depresión de la retina en la que se enfocan los rayos luminosos, era más delgada en las mujeres que habían padecido bulimia que en quienes solo habían reducido considerablemente la ingesta calórica.
Los autores concluyeron que son necesarios más estudios para determinar si el debilitamiento de la mácula puede asociarse a un principio de ceguera o si con la vuelta a una dieta equilibrada pueden recuperarse los niveles normales.
En los países desarrollados, la anorexia nerviosa afecta a más de un 3% de las mujeres y, aunque se trata de un trastorno por alimentos, que cada vez afecta a más hombres, 10 mujeres padecen esta enfermedad por cada hombre que la sufre.
La anorexia nerviosa es la tercera enfermedad crónica más frecuente entre las adolescentes y una de cada diez jóvenes que la sufre termina falleciendo por esa causa.
Londres, octubre 19/2010 (EFE)