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El Ministerio de Sanidad del país ha confirmado la presencia de un nuevo brote de Marburgo, un virus muy similar al ébola, después de haber detectado su aparición en algunos centros médicos del país. Las autoridades han confirmado, así, que el brote ha provocado hasta ahora un total de 26 personas infectadas y seis de ellas han muerto.
Ante estos hechos, veinte personas infectadas se encuentran en aislamiento y están siendo tratadas, tal y como ha informado el Ministerio ruandés en un escueto mensaje que fue compartido en sus redes sociales a última hora de este sábado. En su publicación, el Ministerio llamó así a extremar la higiene y evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza severo, dolor muscular, náuseas y diarrea.
Las autoridades sanitarias trabajan, por ahora, en el rastreo de contactos y en realizar pruebas diagnósticas. Además, en el comunicado difundido el viernes con motivo de la declaración del brote, el Ministerio destacó la implementación de «medidas preventivas reforzadas en todos los centros de salud». En esta ocasión, la mayoría de los casos se han producido en la capital del país, en Kigali. Por ello, la embajada de Estados Unidos en la ciudad ha llegado a pedir a sus empleados que teletrabajen, al menos, durante esta semana.
La enfermedad por el virus de Marburgo es una fiebre hemorrágica viral altamente infecciosa de la misma familia que el ébola, de hecho, es tan mortífera como esta última. África fue escenario el pasado año de dos epidemias de Marburgo: una en Guinea Ecuatorial, que dejó 17 casos confirmados, incluidos 12 fallecidos, y otra en Tanzania, con al menos nueve casos, ocho confirmados y uno probable.
Antes, ha habido casos en otros países como Ghana, Guinea-Conakri, Uganda, Angola, la República Democrática del Congo, Kenia y Sudáfrica. Se estima, así, que en todo el continente ha causado la muerte de más de 3 500 personas.
Una tasa de mortalidad muy alta
Al igual que el ébola, el virus de Marburgo provoca hemorragias repentinas y puede producir la muerte en pocos días, con un período de incubación de 2 a 21 días y una tasa de mortalidad de hasta el 88 %. Los murciélagos de la fruta son los huéspedes naturales de este virus, que cuando es transmitido a los humanos puede ser contagiado mediante contacto directo con fluidos como la sangre, saliva, vómitos u orina.
La enfermedad, para la que no hay vacuna ni tratamiento específico, fue detectada por primera vez en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo -de ahí el origen de su nombre- por técnicos de laboratorio que resultaron infectados cuando investigaban a monos traídos de Uganda.
Pese a que no exista un tratamiento específico, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que se están desarrollando una serie de productos sanguíneos, fármacos y de terapias inmunitarias para lograr combatir su enfermedad.
30 septiembre 2024|Fuente: EFE |Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2024. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.|Noticia