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Dada su sencillez, esta herramienta podría incluirse en los programas de monitorización domiciliaria, con recogida periódica de datos en tiempo real.
La insuficiencia cardíaca (IC) crónica se caracteriza por periodos de estabilidad clínica de duración variable que, a menudo, se interrumpen con episodios de empeoramiento de los signos y síntomas que incluso requieren hospitalizaciones no planificadas y visitas urgentes por IC con tratamiento diurético parenteral.
Esta dificultad obedece a que la congestión hemodinámica precede a la clínica en días o incluso semanas, y la presencia de signos o síntomas de congestión manifiesta es solo la punta del iceberg de las alteraciones hemodinámicas que desencadenan dicho empeoramiento.
Aunque en los últimos años se han desarrollado dispositivos que permiten monitorizar en tiempo real la presión pulmonar en pacientes ambulatorios, solo están disponibles para una minoría por su elevado coste. En este contexto, un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Hospital Clínico de Valencia, sugiere que la caída en la saturación de oxígeno (SpO2) al inclinar el tronco hacia adelante puede servir como una herramienta clínica ampliamente disponible, fácil de usar y de bajo coste para la identificación de posibles empeoramientos en pacientes con IC crónica, lo cual permitiría un seguimiento estrecho e intervenciones más oportunas en estos casos.
Este estudio, cuyo investigador principal es Rafael de la Espriella, del Grupo de Investigación en Insuficiencia Cardíaca de Incliva, se ha publicado European Journal of Heart Failure. También han participado los investigadores del citado grupo, que coordina Julio Núñez, y forma parte del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), del Instituto de Salud Carlos III.
La bendopnea -la falta de aire en los 30 segundos siguientes a inclinar el tronco hacia adelante mientras se está sentado- es el último síntoma añadido a la cartera de síntomas clásicos de la IC.
Se cree que está mediada por el aumento en las presiones de llenado intracardíacas durante la inclinación del tronco.
Aunque se ha asociado a síntomas avanzados de IC, existen resultados contradictorios sobre su rendimiento pronóstico en diferentes escenarios.
Además, la percepción de falta de aire al agacharse para atarse los zapatos o ponerse los calcetines es subjetiva y no es infrecuente en individuos que no tienen IC como diagnóstico (por ejemplo, obesos y ancianos). Por ello, los investigadores postularon que la evaluación de un parámetro clínico más objetivo, como los cambios en la saturación de oxígeno (SpO2) al agacharse, podría mejorar la estratificación del riesgo frente a la mera percepción de falta de aire.
Estudio
Con esta base, el estudio se centró en evaluar la asociación independiente entre la bendopnea y los cambios de SpO2 al agacharse con el combinado de episodios de empeoramiento de la IC en pacientes ambulatorios con IC crónica.
También se evaluó la asociación entre los cambios en la bendopnea y la SpO2 en cada componente del criterio de valoración combinado (hospitalización por IC y visitas urgentes por IC que requieren tratamiento con diuréticos parenterales) y la mortalidad por todas las causas.
Como hallazgo principal, los investigadores observaron que la caída en la SpO2 ≥-3 % se asociaba significativamente con un mayor riesgo de episodios de empeoramiento totales (primeros y recurrentes) de la IC. De forma interesante, en un modelo ajustado mutuamente, la caída de SpO2, pero no la bendopnea, se asoció con un mayor riesgo de eventos clínicos a corto y largo plazo.
Del mismo modo, la bendopnea por sí sola (sin tener en cuenta el efecto pronóstico de los cambios de SpO2 al agacharse) no se asoció a un mayor riesgo de empeoramiento clínico. Por lo tanto, estos resultados sugieren que la evaluación de los cambios de SpO2 al evaluar la bendopnea podría proporcionar información clínica y pronóstica adicional.
Monitorización domiciliaria
Los investigadores consideran que, dada su sencillez, esta herramienta clínica podría incluirse en los programas de monitorización domiciliaria, con recogida periódica de datos en tiempo real, que pueden transmitirse digitalmente al médico encargado del seguimiento.
De este modo, cuando se detecte un descenso de la Spo2 ≥-3 %, tras una evaluación clínica temprana y exhaustiva se podría aconsejar un cambio de terapia que detuviera la progresión hacia una descompensación. No obstante, los investigadores plantean la necesidad de realizar más estudios para confirmar esta hipótesis.
febrero 19/ 2023 (Diario Médico)