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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emplazado este martes a sus socios estatales a trabajar en común y a que asuman «una mayor responsabilidad» con el fin de «liberar» a más de 1 500 millones de personas que hacen frente a las enfermedades infecciosas desatendidas (EID) en el mundo.
Así lo ha manifestado la directora del Departamento de Control de EIDs, perteneciente a la OMS, Mwele Ntuli Malecela, en el XX Simposio Internacional sobre Enfermedades Desatendidas, organizado por Mundo Sano.
La directora ha detallado algunos de los principales objetivos que la organización se ha marcado con la nueva Hoja de Ruta ‘Poner Fin a la desatención para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2021-2030′, con la que pretenden cumplir aquellos retos que no han podido realizar con el anterior documento, que comprendía los años 2012 hasta 2019.
El documento antiguo ha logrado «avances sin precedentes» en el control y eliminación de algunas ETD, como la enfermedad del sueño, también llamada tripanosomiasis africana, o el gusano de Guinea. En concreto, Mwele Ntuli ha reconocido que, desde 2015 a 2018, más de mil millones de personas han recibido tratamiento para, al menos, unas de estas enfermedades y 42 países han eliminado una enfermedad desatendida.
«Hemos visto una voluntad política ejemplar y una implementación robusta de los programas de control y vigilancia, lo que ha permitido, por ejemplo, que el tracoma se reduzca en un 74 por ciento. También 16 países han eliminado la filariasis linfática (FL) y se ha reducida en un 60 por ciento los casos de buruli», ha desvelado.
Sin embargo, ha añadido, que la nueva hoja de ruta dará prioridad a los enfoques integrados, por lo que ha pedido que los países mayor colaboración y la apropiación en lugar de la naturaleza vertical de las intervenciones anteriores a 2020. Este documento recoge tres cambios «esenciales» para la OMS, como pasar de medir un proceso a medir su impacto, para asegurar «que todo el mundo trabaje de forma unificada» y asegurar la evolución tanto de los programas de enfermedades individuales como de la gestión global de las enfermedades desatendidas.
El segundo cambio que se observa en esta nueva hoja de ruta es que el foco de atención ha recaído en las personas y los socios para involucrarlos «de forma significativa». «Esto significa pasar de la planificación y programación vertical al trabajo en colaboración entre sectores», ha explicado Mwele Ntuli. En tercer lugar, la OMS considera que debe haber un cambio de la programación impulsada por los miembros a programas impulsados por los países, «lo que significa que todas las iniciativas se centrarán en la zona y comunidades que más necesitan la intervención».
Objetivos
En concreto, se pretende reducir, de cara a 2030, en un 90 por ciento las personas que requieren intervenciones contra las enfermedades tropicales desatendidas (ETD); en un 75 por ciento los años de vida ajustados en función de la discapacidad asociada a estas patologías; lograr que 100 países hayan eliminado, al menos, una; y que dos se hayan erradicado.
Asimismo, Ntuli ha destacado la necesidad de que haya un 75 por ciento de índice de cobertura del tratamiento integrado de quimioprofilaxis; 40 países hayan adoptado estrategias integradas contra las ETD dermatológicas; y se reduzca en un 75 por ciento el número de muertes por estas enfermedades transmitidas por vectores.
También espera que el 100 por cien de los ciudadanos tenga acceso a agua e higiene en las zonas endémicas; que el 90 por ciento de la población en situación de riesgo esté protegida frente a gastos directos relacionados con estas enfermedades; que el 90 por ciento de los países hayan integrado planes de salud frente a las mismas, tengan informes sobre todas las ETD endémicas relevantes y cuenten con datos, desglosados por sexos, sobre estas enfermedades.
«Es realmente importante que todos se unan para que cumplamos con las personas y las comunidades que sufren las enfermedades desatendidas. Por ello, la nueva hoja de ruta se centra en acelerar las acciones programáticas mediante el progreso técnico, la estrategia y la prestación de servicio», ha subrayado Mwele Ntuli.
Evaluación de la hoja de ruta
La segunda ponencia de la primera jornada XX Simposio Internacional sobre Enfermedades Desatendidas ‘Pasos para alcanzar los objetivos de la hoja de ruta para las EIDS 2021-2030′, que concluirá el próximo jueves 4 de noviembre, ha corrido a cargo de la presidenta de la Sociedad Americana de Medicina e Higiene Tropical(ASTMH), Julie Jacobson.
La presidenta ha desvelado que el monitoreo de la evaluación del documento cuenta con muchos elementos distintivos, de forma cuantitativa y cualitativa, que funcionan de manera independiente. El enfoque cuantitativo para las enfermedades desatendidas tiene tres tipos de indicadores: integrales, transversales y otros específicos de la enfermedad y ha explicado que algunas de ellas tienen un color rojo y, según el proceso, podrá llegar a ser de color verde.
Además, el marco de análisis de las enfermedades también se ocupa del análisis de la brecha, que capitaliza el enfoque de consultas. «Uno de los tramos más importantes de la hoja de ruta es trabajar para estandarizar e integrar los indicadores dentro de las enfermedades desatendidas y de todas las enfermedades, pero también ponerlos en un contexto más amplio de la visión de la OMS», ha asegurado.
Por último, ha afirmado que para lograr los objetivos necesitan un enfoque multisectorial y para ello deben contar «con muchos miembros y países que participen para resolver estos desafíos sanitarios».
noviembre 0 2/2021 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.