El estudio de la evolución del virus de la hepatitis B desde la Prehistoria revela las rutas de diseminación y los cambios en la diversidad viral.hepatitisEl virus de la hepatitis B (VHB) es un importante problema de salud en todo el mundo y causa cerca de un millón de muertes al año. Recientes estudios de ADN antiguo han demostrado que ha estado infectando a los humanos durante milenios, pero su diversidad y rutas de dispersión en el pasado siguen siendo en gran medida desconocidas.

Un nuevo trabajo realizado por investigadores de todo el mundo, liderado por el Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia Humana y con participación española, ha rastreado la evolución del virus de la hepatitis B desde la prehistoria hasta el presente y revela rutas de diseminación y cambios en la diversidad viral. El artículo, publicado en la revista Science, ha examinado los genomas del virus de 137 individuos eurasiáticos y nativos americanos datados entre hace 10 500 y 400 años. Y los resultados reflejan las conocidas migraciones humanas y los acontecimientos demográficos, así como patrones inesperados y conexiones con el presente.

“Esta investigación pone de relieve una realidad muchas veces ignorada, pero obvia: que los virus han estado vinculados al ser humano desde tiempos prehistóricos”, resalta Domingo Carlos Salazar, licenciado en Medicina e Historia e investigador del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia (UV).

En este sentido, explica Salazar, “si el SARS-CoV-2 ha podido poner en jaque a las sociedades humanas en todo el mundo durante el siglo XXI, solo podemos empezar a imaginar cómo las enfermedades víricas influyeron en la vida en tiempos prehistóricos”. En su opinión, “los historiadores y arqueólogos deben empezar a considerar más la influencia de virus y otros agentes hasta ahora invisibles en el registro arqueológico a la hora de reconstruir estilos de vida pasados”.

Para Gabriel García, Mari Paz de Miguel y Alejandro Romero, investigadores participantes en el estudio desde el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la Universidad de Alicante (UA), “la reconstrucción de una gran proporción del genoma del VHB a partir de restos humanos arqueológicos de diferentes épocas ha permitido explorar con detalle la dinámica temporal y diversidad genética de los linajes antiguos del virus, aportando nuevos datos paleovirológicos que permiten comprender su evolución”.

Muestras de yacimientos alicantinos

Para llevar a cabo este estudio, se han analizado el mayor conjunto de datos de genomas virales de Europa, Asia y América. “Las únicas muestras del arco mediterráneo incluidas en este estudio corresponden a los yacimientos alicantinos de la Cueva de las Lechuzas y el Peñón de la Zorra, ambos en Villena, cuyas dataciones corresponden al periodo Calcolítico y Edad del Bronce. Individuos de estos sitios han contribuido a establecer el linaje del VHB propio del Neolítico-Edad de Bronce, así como su desaparición al final del segundo milenio con una evolución de los genotipos A y D”, explican los investigadores de la UA. En este sentido, apuntan, “la recuperación de genomas antiguos del VHB a partir de tejidos esqueléticos posibilita la apertura de futuros estudios para la reconstrucción de la diversidad viral, así como comprender la historia humana y sus enfermedades”.

Las cepas actuales del VHB se clasifican en nueve genotipos, dos de los cuales se encuentran predominantemente en poblaciones de ascendencia nativa americana.

El estudio proporciona una fuerte evidencia de que estas cepas descienden de un linaje del VHB que divergió hacia el final del Pleistoceno y fue llevado por algunos de los primeros habitantes de las Américas.

“Nuestros datos sugieren que todos los genotipos conocidos del VHB descienden de una cepa que estaba infectando a los antepasados de los primeros estadounidenses y sus parientes euroasiáticos más cercanos en el momento en que estas poblaciones divergieron”, según Denise Kühnert investigadora del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (Alemania) y una de las autoras principales del artículo.

El estudio también demuestra que el virus estaba presente en amplias zonas de Europa hace ya 10 000 años, antes de que se extendiera la agricultura en el continente. “Se cree que muchos patógenos humanos surgieron tras la introducción de la agricultura, pero el VHB ya afectaba claramente a las poblaciones prehistóricas de cazadores-recolectores”, afirma el también líder del estudio, Johannes Krause director del Departamento de Arqueogenética del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania) y codirector del estudio.

Tras la transición neolítica en Europa, las cepas del VHB que portaban los cazadores-recolectores fueron sustituidas por nuevas cepas que probablemente propagaron los primeros agricultores del continente, reflejando la gran afluencia genética asociada a la expansión de los grupos agrícolas en la región. Estos nuevos linajes virales siguieron prevaleciendo en toda Eurasia occidental durante cerca de 4 000 años. El dominio de estas cepas perduró hasta la expansión de los pastores esteparios occidentales hace unos 5 000 años, lo que alteró drásticamente el perfil genético de los europeos, pero sorprendentemente no se asoció a la propagación de nuevas variantes del VHB.

Reaparición del VHB prehistórico

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es una disminución repentina de la diversidad del VHB en el oeste de Eurasia durante la segunda mitad del segundo milenio a.E., una época de grandes cambios culturales, incluido el colapso de las grandes sociedades estatales de la Edad del Bronce en la región del Mediterráneo oriental.

“Esto podría indicar cambios importantes en la dinámica epidemiológica en una región muy grande durante este período, pero necesitaremos más investigación para comprender qué sucedió”, dice Arthur Kocher, autor principal e investigador del grupo y del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (Alemania).

Todas las cepas antiguas del VHB recuperadas en el oeste de Eurasia después de este período pertenecían a nuevos linajes virales que aún prevalecen en la región en la actualidad. Sin embargo, parece que una variante relacionada con la diversidad prehistórica anterior de la región ha persistido hasta el presente. Esta variante se ha convertido en un genotipo raro que parece haber surgido recientemente durante la pandemia del VIH, por razones que aún no se conocen.

Según apunta Salazar, “no es algo habitual en este campo”, remarcando que “aunque a nivel sanitario inmediato no hay repercusión, ya que hay que lidiar con el virus sea la cepa que sea, ver cómo prehistóricas aparentemente desaparecidas de VHB reaparecen ahora junto al VIH, puede ser relevante para considerar reapariciones de otras cepas raras de virus emergentes”.

A raíz de esta investigación y resultados, concluye Salazar, “se hace casi necesario investigar la presencia y evolución desde la Prehistoria hasta nuestros días de otros virus que siguen hoy infectando y matando a los seres humanos”. Además, poder correlacionar virus y sus cepas con los grandes eventos de nuestro pasado podría arrojar nueva luz sobre el porqué somos lo que somos. “Como dicen algunos virólogos: somos virus andantes”, recuerda.

octubre 17/2021 (Diario Médico)

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