La pandemia de COVID-19 dejó al menos cuatro millones de muertos en un mundo que enciende las alarma ante la virulencia de las nuevas variantes, mientras Asia registra varios brotes que causan estragos en países como Indonesia.

«Acabamos de superar el trágico hito de cuatro millones de muertes de COVID-19, que sin duda subestima el balance global», declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en conferencia de prensa.

El responsable subrayó que el mundo se encuentra «en un punto peligroso de esta pandemia», que está retomando intensidad bajo el impulso de nuevas variantes más contagiosas, pero también por el levantamiento de las restricciones sanitarias.

En este sentido, el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, pidió que las medidas se levanten con «extrema precaución», porque ese proceso «traerá consecuencias».

La variante Delta, surgida en India, mantiene por el momento en las Américas una transmisión comunitaria «muy limitada», pese a que se detectó en 15 países, dijo la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional de la OMS.

Aunque en São Paulo, el estado más poblado de Brasil, esa variante «ya circula en nuestro medio en personas que no tienen un histórico de viajes o que hayan tenido contacto con alguien que estuvo, por ejemplo, en la India», dijo el secretario local de Salud, Jean Gorinchteyn.

Y en Estados Unidos, la variante Delta está causando asimismo un rápido aumento de los casos en momentos en que se estancó el ritmo de vacunación. En la última semana hubo un aumento de 21 % en los contagios respecto de las semanas previas, indicaron las autoridades sanitarias del país.

En tanto, en Europa, el gobierno francés volvió a apelar a la población a vacunarse de forma «masiva» para hacer frente al «riesgo de una cuarta ola rápida» impulsada por la variante Delta, que «representa más del 40 % de los contagios» en el país.

Y España se dispone a acelerar la vacunación anti COVID entre los veinteañeros, blanco de una disparada de contagios, para evitar una nueva ola epidémica que desbarate el verano y la progresiva vuelta a la normalidad.

En Cuba, las autoridades enviaron de urgencia brigadas médicas y recursos sanitarios a la provincia turística de Matanzas, donde un alarmante aumento de los contagios puede hacer colapsar los servicios de salud.

En medio de una campaña de vacunación muy desigual en el mundo, el coronavirus puso contra las cuerdas al sistema sanitario de Indonesia, que notificó el miércoles 34 379 contagios y 1 040 fallecidos en 24 horas. La mortalidad es diez veces superior a la de hace menos de un mes.

Desde el sábado, las islas de Java y Bali aplican medidas drásticas y el gobierno anunció nuevas restricciones hasta el 20 de julio que varían en función de la zona.

«Los casos van en aumento en otras regiones y debemos mantener la atención por la vulnerabilidad de los hospitales», indicó el ministro Airlangga Hartarto. «Las estructuras en estas regiones son limitadas y ya están desbordadas».

Japón, en tanto, contempla decretar un estado de emergencia en Tokio durante los Juegos Olímpicos, del 23 de julio al 8 de agosto, según medios locales. Se trataría del cuarto estado de emergencia que decreta el país asiático.

Además, las autoridades municipales de Tokio anunciaron la cancelación del relevo de la antorcha olímpica en los trechos que iban a realizarse en la vía pública entre el 9 y 23 de julio.

Únicamente la primera, de las islas Ogasawara, un remoto archipiélago 900 km al sur de Tokio, se realizará como estaba previsto.

De su lado, China, que prácticamente erradicó la COVID-19 en 2020, informó de un foco en Ruili, una pequeña ciudad fronteriza con Birmania, donde la pandemia está causando estragos.

Las autoridades birmanas anunciaron que a partir del jueves estará prohibido que más de una persona salga de su casa por razones no médicas en 10 municipios de Rangún, capital comercial, donde viven alrededor de 1,5 millones de personas.

En Vietnam, también nueve millones de personas de Ho Chi Minh recibieron la orden de confinarse para tratar de contener el brote de COVID-19 más grave que el país sufre hasta la fecha.

En Australia, las autoridades anunciaron que el confinamiento vigente en Sídney (sureste) desde fines de junio será prolongado al menos una semana, tras constatar 27 nuevos casos.

Frente a la situación mundial, la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, exhortó a los países del G20 a actuar rápidamente para ayudar a las naciones más pobres, enfrentadas a «un doble choque devastador», que obedecería a una pérdida de la carrera contra el virus y a la falta de inversiones necesarias para asentar el crecimiento económico.

Además, Georgieva defendió que se necesita un enfoque multilateral para compartir vacunas anti COVID y su producción.

Según la OMS, siguen faltando casi 17 000 millones de dólares para combatir la pandemia, no solo con vacunas sino también con equipos de protección, test y tratamientos.

julio 08/2021 (AFP) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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