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La Comisión Europea ha presentado recientemente un paquete de ideas para mejorar la respuesta común frente a nuevas pandemias gracias a lo aprendido durante la crisis del coronavirus, con medidas que pasan por la designación de un epidemiólogo de referencia para el bloque y por crear un marco que permita activar el estado de alarma en toda la UE si hay una nueva emergencia.
«Esta crisis puede ser un catalizador para promover la integración europea en las áreas donde más se necesita», ha dicho en una rueda de prensa el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de salud y seguridad, Margaritis Schinas, quien ha admitido que Bruselas cuenta con una base legal «débil» para actuar en esta materia porque la Unión Europea (UE) apenas tiene competencias.
En este sentido, Schinas ha subrayado la «asimetría» que existe entre lo que la Unión Europea puede hacer «legalmente» y lo que «la gente espera que haga» y ha confiado en que las ideas del informe, que será presentado para debate ante el Consejo y la Euro cámara en los próximos meses, sirva para reforzar la reacción común en el futuro.
Bruselas apunta, por ejemplo, la necesidad de contar con un asesoramiento científico más claro y coordinado en aras de la transparencia y de una toma de decisiones más eficiente, por lo que pide que se cree antes de que acabe el año la figura de un epidemiólogo de referencia en la UE, que cuente con una estructura propia de gobernanza.
Otra idea de la que ya se había oído hablar, pero que el Ejecutivo comunitario pide desarrollar es la de contar con un marco común que permita activar un «estado de excepción por pandemia en el ámbito de la UE» en caso de nuevas situaciones de pandemia. Para reaccionar de manera más rápida y eficaz, los servicios comunitarios piden también un conjunto de herramientas para situaciones de crisis.
Bruselas ha lamentado con frecuencia durante la pandemia la descoordinación entre Estados miembro a la hora de tomar medidas para controlar la propagación del virus, por ejemplo, a la hora de imponer restricciones a la libre circulación o recomendar medidas de protección.
Frente a esta fragmentación el Ejecutivo comunitario quiere que la coordinación sea un «acto reflejo» de los Veintisiete en materia sanitaria, por lo que apuesta por acelerar el desarrollo de la «Unión Europea de la Salud» para que esté también antes de que acabe 2021. En este sentido, la Comisión considera «imprescindible» reforzar tanto la coordinación como los métodos de trabajo entre las instituciones.
También aboga por sinergias público-privadas y por la creación de cadenas de suministro más fuertes para asegurar el abastecimiento de equipos y medicamentos críticos, al tiempo que apunta el proyecto de la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA) como un elemento clave para lograrlo y confía en que esté a punto ya a principios de 2022.
Sobre la reserva europea para emergencias, la Comisión indica que debe estar preparada para producir en caso de emergencia entre 500 y 700 millones de dosis de vacunas al año, la mitad de ellas disponibles ya en el primer semestre de la eventual pandemia.
Asimismo, insiste en la necesidad de tener una plataforma de la UE para la realización de ensayos clínicos multicéntricos a gran escala, que los Estados miembro hagan más esfuerzos para reforzar sus sistemas sanitarios y que se aliente la creación de un nuevo sistema de vigilancia mundial sólido basado en datos comparables.
junio 17/2021 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.