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Un estudio coordinado por investigadores de la Universidad de Campinas refuerza la necesidad de la prevención y el seguimiento para evitar el desarrollo de esta enfermedad que afecta a las encías.
Los padres con periodontitis les transmiten a sus hijos las bacterias que pueden causar esta enfermedad en el futuro. Y aun cuando se apliquen diversos tratamientos con los niños, estos microorganismos permanecen en la cavidad bucal. Esto refuerza la necesidad de la prevención desde el primer año con los bebés para intentar evitar el desarrollo de la enfermedad. Y esta es la principal conclusión que se desprende de un estudio realizado en la Universidad de Campinas (Unicamp), en el estado de São Paulo, Brasil, y publicado en Scientific Reports.
La periodontitis es una inflamación que afecta al tejido situado entre los dientes y la mandíbula (periodonto). Infecta a las encías, que entonces sangran y generan mal aliento. En los casos graves, provoca pérdidas óseas y dentales. Si las bacterias o los microorganismos que causan la enfermedad llegan al torrente sanguíneo, también pueden desencadenar otros tipos de inflamaciones en el organismo. Su tratamiento incluye desde la limpieza local realizada por odontólogos hasta la prescripción de antiinflamatorios y antibióticos.
“El microbioma oral de los padres es un determinante de la colonización microbiana subgingival de los hijos (…). Asimismo, esa microbiota disbiótica adquirida por los hijos de pacientes con periodontitis en una edad temprana es resiliente a los cambios, y la estructura de la comunidad se mantiene aún después del control del estado de la higiene”, escriben los investigadores en la conclusión del artículo.
Según la cirujana dentista Mabelle de Freitas Monteiro, primera autora del mismo, esta investigación es el resultado de diez años de trabajo del grupo, que ha venido realizando un seguimiento de padres con la enfermedad y del impacto de la misma sobre la salud de sus hijos.
“Al trasladar este estudio al cotidiano de los consultorios, es posible decir que el mismo ayuda a delinear abordajes más directos. Sucede que, si el cirujano dentista entiende que la enfermedad periodontal puede afectar a la familia del paciente, es posible que trabaje en la prevención, con posibilidades de diagnosticar precozmente la enfermedad y disminuir eventuales secuelas”, afirma De Freitas Monteiro, quien contó con el apoyo de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo – FAPESP en el marco de dos proyectos.
Renato Corrêa Viana Casarin, de la Facultad de Odontología de Piracicaba (FOP-Unicamp), director de la investigación, quien también firma el artículo, hace hincapié en que los padres deben preocuparse con la salud gingival de los niños desde muy pequeños. “Con esta línea de investigación inédita comparamos a padres sin periodontitis y con la enfermedad. Hallamos colonización de las bacterias muy tempranamente en los hijos. Pero la comunidad de bacterias ‘heredada’ no significa que el niño cuando llegue a su edad adulta estará condenado a desarrollarla. De allí la importancia de estar atentos a las mínimas señales y de buscar ayuda especializada”, dice Corrêa Viana Casarin.
En Brasil existen pocos datos disponibles referentes a la salud bucodental de la población. De acuerdo con el último estudio nacional realizado por el Ministerio de Salud del país, entre los adolescentes de 12 años, el 18 % nunca había ido al dentista en el año 2010. Con relación a las condiciones periodontales, el 11,7 % del total en esta franja etaria ya había padecido sangrados. Entre los 15 y los 19 años, el 13,6 % no había pasado por una consulta odontológica. El estudio epidemiológico sería actualizado el año pasado, pero debido a la pandemia de COVID-19, quedó suspendido temporalmente.
En el estado de São Paulo, la Secretaría de Salud dio a conocer la última investigación bucodental en el año 2019, que indica entre otros resultados que el dolor de dientes, el sangrado gingival y la enfermedad periodontal eran motivo de molestias para el 50,5 % de los adultos con edades entre 35 y 44 años.
La investigación de campo
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores de la FOP-Unicamp extrajeron material de 18 padres con historial de periodontitis agresiva generalizada y de sus hijos con edades entre 6 y 12 años, aparte de otros 18 padres sanos en términos periodontales.
Se analizaron muestras de las placas bacterianas y de los fluidos de las encías de esos pacientes. Investigadores de la Universidad del Estado Ohio (en Estados Unidos), dirigidos por la profesora Purnima Kumar, efectuaron el estudio microbiológico y la secuenciación genética de los distintos tipos de bacterias encontradas.
“Los hijos de padres con periodontitis fueron colonizados por bacterias tales como Filifactor alocis, Porphyromonas gingivalis, Aggregatibacter actinomycetemcomitans, Streptococcus parasanguinis, Fusobacterium nucleatum y diversas especies pertenecientes al género Selenomonas. Estos patógenos también surgieron como discriminadores robustos de las firmas microbianas de hijos de padres con periodontitis”, describe el grupo en el artículo.
Corrêa Viana Casarin explica que, aun habiendo efectuado el control de la placa bacteriana y practicado un cepillado intenso, los hijos de padres enfermos siguieron con las bacterias dentro de la cavidad bucal. En tanto, en el grupo de niños con padres sanos, los efectos de la higiene bucodental y de la profilaxis fueron más significativos.
“El hecho de que los padres padezcan la enfermedad periodontal hace que los hijos asuman esa comunidad con características de la enfermedad. Esos niños cargarán la información bacteriana durante la fase adulta”, afirma Corrêa Viana Casarin.
El profesor de la FOP-Unicamp añade que, cuando se analiza la colonización de las bacterias, existe una relación de transmisión más fuerte por parte de la madre. Ahora, el grupo de investigadores trabajará con mujeres embarazadas para intentar “romper el ciclo”, es decir, actuar con el objetivo de evitar que las bacterias colonicen la cavidad bucal de los niños.
“Trataremos a las madres desde el embarazo, antes de que los niños nazcan, para evaluar si es posible impedir que se concrete la colonización de las bacterias”, dice el investigador, quien a su vez recuerda que los estudios con pacientes solamente se reanudarán cuando estén dadas las condiciones, como consecuencia de la pandemia.
El reconocimiento
La línea de investigación que coordina Corrêa Viana Casarin para estudiar la periodontitis ha recibido premios nacionales e internacionales. En 2019, De Freitas Monteiro se ubicó en el primer puesto en la categoría de investigación clínica del premio Hatton, de la International Association for Dental Research (IADR).
El encuentro que organiza la IADR está considerado como el mayor congreso de odontología del mundo, y la referida competencia tiene el objetivo de promover a los mejores jóvenes investigadores del área. Años antes, el grupo ya había recibido el premio al mejor estudio de impacto clínico, otorgado por la Academia Americana de Periodoncia.