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Las personas con esclerosis múltiple la secundaria progresiva, la forma avanzada de la enfermedad, que tomaron el medicamento siponimod durante uno o dos años habían mejorado la velocidad de procesamiento cognitivo en comparación con quienes no lo tomaron, según un nuevo estudio publicado en la edición en línea de Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.
La velocidad de procesamiento cognitivo es la cantidad de tiempo que le lleva a alguien recoger la información, procesarla y luego reaccionar para resolver un problema o completar una tarea. Puede afectar muchos aspectos de la vida diaria de una persona, incluido el empleo, las habilidades de conducción y las actividades sociales.
Si bien la mayoría de las personas con EM son inicialmente diagnosticadas con EM remitente-recurrente, marcada por brotes de síntomas seguidos de periodos de remisión, la mayoría eventualmente pasa a EM secundaria progresiva, que no tiene grandes cambios en los síntomas, sino un empeoramiento lento y constante de la enfermedad.
«La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa, lo que significa que las neuronas del cerebro pueden descomponerse o morir, y esto puede afectar en gran medida las habilidades de pensamiento de una persona», señala el autor del estudio Ralph HB Benedict, de la Universidad de Buffalo y miembro de la Academia Estadounidense de Neurología.
«Si bien actualmente no hay medicamentos en el mercado en los Estados Unidos aprobados para el tratamiento del deterioro cognitivo en la EM, nuestro estudio encontró que el siponimod, que se prescribe para retrasar la progresión de la discapacidad física en la EM, también puede ayudar a mejorar la velocidad de procesamiento cognitivo en personas con EM avanzada», añaden.
Para el estudio, se realizó un seguimiento de hasta dos años a 1 651 personas con EM secundaria progresiva con una edad promedio de 48 años. A dos tercios del grupo se le recetaron dos miligramos al día de siponimod. A un tercio del grupo se le recetó un placebo. Todas las personas del estudio recibieron pruebas cognitivas al comienzo del estudio y nuevamente cada seis meses.
Una de esas pruebas, la Prueba de Modalidades de Dígitos de Símbolo, mide la velocidad de procesamiento cognitivo. Es ampliamente reconocida como una prueba particularmente sensible y fiable en los estudios de EM. La persona que realiza el examen recibe una clave de símbolos que coinciden con números. Luego se les muestra una serie de símbolos y deben decir el número correspondiente a cada símbolo lo más rápido posible. El resultado de la prueba es el número de preguntas respondidas correctamente en 90 segundos.
Los investigadores encontraron que, en promedio, el grupo de personas que tomaban siponimod mejoró sus puntuaciones en esta prueba después de un año, 18 meses y nuevamente a los dos años, en comparación con el grupo de personas que tomaban placebo, en quienes la puntuación se mantuvo igual.
Las personas que tomaban siponimod tenían un 28 % más de probabilidades de tener una mejora sostenida de cuatro o más puntos en comparación con las que tomaban un placebo. Un aumento o disminución de cuatro o más puntos se considera clínicamente significativo y está asociado con los resultados de la calidad de vida y la progresión de la discapacidad. Las personas que tomaban siponimod también tenían un 21 % menos de probabilidades de tener una disminución de cuatro puntos o menos en la puntuación.
Entre todos los participantes, el 35 % de las personas que tomaron siponimod mejoraron sus puntuaciones en cuatro o más puntos en comparación con el 27 % de las personas que tomaron un placebo, el 41 % que tomaron siponimod no tuvieron cambios en comparación con el 42 % que tomaron un placebo y el 25 % que tomaron siponimod tuvieron unas puntuaciones de cuatro o más puntos en comparación con el 32 % de las personas que toman un placebo. Las puntuaciones en otras dos pruebas de pensamiento y memoria no difirieron entre los dos grupos.
«Estamos impresionados de ver que el siponimod puede mejorar la velocidad de procesamiento cognitivo en personas con EM; sin embargo, se necesita más investigación para confirmar nuestros resultados», reconoce Benedict.
Pero advierte:»Debido a que no vimos cambios en otras dos pruebas cognitivas, más investigación debería examinar más a fondo cómo el siponimod afecta las puntuaciones en una gama más amplia de pruebas de pensamiento y memoria. Esta investigación es necesaria antes de que se pueda considerar la prescripción de siponimod para la cognición», señala.
Los efectos secundarios que ocurrieron con más frecuencia en personas que tomaron siponimod versus placebo incluyeron presión arterial alta, niveles más altos de enzimas hepáticas, hinchazón de los ojos, herpes zóster y convulsiones.
diciembre 17/2020 (Europa Press). – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.