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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, inauguró recientemente por videoconferencia una nueva planta de la compañía farmacéutica Pharmasyntez en la ciudad de Bratsk, sur del país, para producir las vacunas contra el coronavirus.
«La capacidad que se pone en marcha permitirá aumentar la producción de medicamentos eficaces que se emplean en el tratamiento de la COVID-19, tuberculosis, diabetes, hepatitis y otras patologías graves», dijo Putin en la ceremonia de apertura.
El mandatario recalcó que elevar la capacidad de la industria farmacéutica nacional siempre ha sido importante para el país y los ciudadanos, especialmente ahora.
El jefe de Estado agradeció a todos los que contribuyeron a la materialización de este proyecto que se venía realizando desde 2014.
Rusia registró oficialmente el pasado 11 de agosto su primera vacuna, Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas inglesas).
Los datos de la fase 3 del ensayo clínico de la vacuna de Gamaleya muestran una eficacia de más del 95 por ciento contra la COVID-19.
El fármaco, que se basa en el adenovirus humano tipo 26 y en el adenovirus humano recombinante del tipo 5, actualmente realiza las pruebas con más de 40 000 voluntarios en Rusia, Bielorrusia, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, la India y Venezuela.
Más de una veintena de países ya se han asegurado 1 000 millones de dosis de Sputnik V, según informes del RDIF.
El pasado 13 de octubre en Rusia fue registrada la segunda vacuna anti COVID, EpiVacCorona, desarrollada por el Centro de Virología y Biotecnología Vector, con sede en Novosibirsk.
Además, están en curso los ensayos clínicos de otra vacuna contra el virus, elaborada por el Centro ruso de Investigaciones y Desarrollo de Sustancias Inmunobiológicas Chumakov.
noviembre 27/2020 (Sputnik) Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.