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Estudios recientes han puesto de manifiesto que, cuando el hablante acompaña la comunicación oral con gestos rítmicos, los niños y niñas en edad preescolar que lo observan comprenden mejor el mensaje y mejoran sus habilidades orales.
Un nuevo trabajo publicado en Developmental Science, ha dado un paso más allá y ha estudiado por primera vez el valor potencial de que los niños produzcan gestos rítmicos mientras se expresan oralmente.
Los investigadores analizaron el comportamiento de 47 niños y niñas de 5 a 6 años, que se dividieron en dos grupos y recibieron una sesión formativa en la que se presentaron seis historias de dibujos animados en una de las dos condiciones experimentales.
Un grupo de niños se limitó a observar las grabaciones en vídeo de unas narradoras que acompañaban las historias utilizando gestos rítmicos y, a continuación, los niños tenían que reproducir la historia que se les había contado. Al otro grupo se le pidió la misma tarea, pero explicando las historias con la ayuda del movimiento de manos, como habían visto hacer a las narradoras.
Luego se analizaron las narraciones de los niños y se compararon las puntuaciones obtenidas entre ambos grupos. Los resultados demostraron que los niños y niñas del grupo que había utilizado gestos rítmicos en su explicación obtuvieron mejoras en sus habilidades narrativas orales, tanto en lo que se refiere a la estructura narrativa como a la fluidez, en comparación con el grupo de niños a los que simplemente se les pidió que volvieran a contar la historia sin la producción de gestos.
El estudio sugiere que los movimientos corporales son relevantes lingüísticamente, ya que tienen un papel importante en el desarrollo del lenguaje.