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El Ministerio de Sanidad ha actualizado de nuevo su informe científico-técnico sobre la enfermedad del coronavirus, la COVID-19. Y entre los distintos cambios que ha hecho, destaca que el virus no está presente ni en la leche materna ni en el cordón umbilical. Tampoco en el líquido amniótico. Por tanto, consideran que la transmisión de la enfermedad de la madre al bebé solo puede producirse por un contacto estrecho entre ambos. Acceda aquí al informe científico-técnico sobre el COVID-19.
Aun así, aunque «en principio sería poco probable«, reconocen que se han observado algunos casos de transmisión vertical del SARS-CoV-2, por lo que consideran que «sería posible».
En otro estudio se puedo detectar RNA viral en leche materna, a la vez que se produjo la infección perinatal del neonato tras la infección de la madre. No se ha podido demostrar la presencia de virus viables en la leche en este caso ni que esta infección se produjera por la lactancia, apuntan.
Además, señalan que se sabe que «la lactancia proporciona la forma más completa de nutrición para los recién nacidos, ya que les proporciona anticuerpos que aún no se han desarrollado en los bebés y que son muy necesarios para defenderse de infecciones respiratorias en los primeros meses de vida, como puede ser frente a este nuevo coronavirus».
Recuerdan que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia exclusiva los primeros 6 meses de vida incluso en el caso de que la madre presente la infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. «Hasta la fecha este nuevo virus no se ha detectado en la leche materna, si bien al tratarse de un nuevo virus esta afirmación se basa en estudios de casos limitados«, explican.
Conclusiones hasta ahora
Con toda la información científica disponible por el momento, pero con la máxima precaución, puesto que recuerdan que el número de casos estudiados es limitado, Sanidad concluye que:
• La mayoría de las embarazadas infectadas por SARS-CoV-2 pasarán la enfermedad de forma leve o asintomática. La neumonía en las pacientes embarazadas no parece ser más grave que en el resto de grupos de población.
• La infección madre-hijo se produce de forma mayoritaria por contacto directo, pero hay evidencias de transmisión vertical, lo que hace que esta vía sea también posible.
• Se han observado complicaciones durante el embarazo en mujeres que presentaban infección por SARS-CoV-2 pero no se ha podido discernir si se debían a la presencia del virus o a complicaciones propias del embarazo.
• La infección perinatal por SARS-CoV-2 puede estar acompañada de efectos adversos sobre los recién nacidos, pero tampoco está claro si estos efectos son diferentes a los observados en la población general.
• En principio la infección no se transmite por lactancia materna a través de la leche materna, pero sí por el contacto piel con piel.
junio 09/2020 (Redacción Médica)