La rinitis es la inflamación e hinchazón de la membrana mucosa que se encuentra en la nariz; se caracteriza por la secreción nasal y congestión, suele aparecer a causa de un resfriado común o de una alergia estacional.

 narizDe acuerdo con Marvin P. Fried, médico en el Centro Médico Montefiore, del Colegio de Medicina Albert Einstein en el Bronx, Nueva York, esta se clasifica como alérgica o no alérgica, esta última es causada por una infección viral.

Según el especialista, la clasificación de estas es la siguiente:

  1. Rinitis alérgica: se produce por una reacción del sistema inmunitario ante un factor ambiental desencadenante, entre estos se encuentra el polvo, el moho, el polen, las hierbas, los árboles y los animales.

Los síntomas consisten en prurito, estornudos, secreción y congestión nasal, ojos llorosos y pruriginosos, dolores de cabeza, párpados hinchados, tos y sibilancias.

El médico puede diagnosticarla basándose en la sintomatología, a menudo hay antecedentes familiares de alergia. Los análisis de sangre o las pruebas cutáneas permiten obtener información más detallada.

Por otra parte, los tratamientos pueden contribuir a evitar o a tratar las molestias e incluyen: la utilización de aerosoles nasales con corticoesteroides; reducen la inflamación nasal, los antihistamínicos; ayudan a evitar la reacción alérgica, sin embargo, no son recomendados para las personas de la tercera edad porque les resecan la membrana mucosa.

Según Fried, en los casos menos severos, se les recomienda que eviten la sustancia desencadenante de la alergia, así como lavar el interior de la nariz con una solución salina utilizando un envase presionable o un aspirador de perilla.

Las inyecciones de desensibilización, que contienen pequeñas cantidades de la sustancia que desencadena la alergia denominadas inmunoterapia de desensibilización, ayudan a crear tolerancia a largo plazo en algunos desencadenantes ambientales específicos, pero pueden tardar meses o años en ser completamente eficaces.

  1. Rinitis no alérgica: esta se divide en cuatro categorías.

Rinitis vírica aguda: puede ser causada por algunos virus, los síntomas consisten en secreción y goteo nasal, estornudos, tos, fiebre y congestión; puede aliviarse tomando descongestivos. Por lo general se recomiendan fármacos, que causan el estrechamiento de los vasos sanguíneos de la membrana mucosa.

Fried destaca que, los aerosoles nasales solo deben utilizarse durante tres o cuatro días, porque después de ese periodo, cuando los efectos de los fármacos se desvanecen, la membrana mucosa suele inflamarse, a dicho fenómeno se denomina congestión de rebote.

Rinitis crónica: suele ser una prolongación de la rinitis infecciosa. No obstante, también puede aparecer debido a otras enfermedades como sífilis, tuberculosis, rinoscleroma, rinosporidiosis, blastomicosis, histoplasmosis y la lepra.

Todas ellas caracterizadas por la formación de lesiones inflamadas y la destrucción de tejidos blandos, cartílagos y huesos. Tanto la baja humedad como las sustancias irritantes arrastradas por el aire pueden provocar este tipo de rinitis.

Los pacientes presentan obstrucción nasal y, en casos graves, costras, hemorragia frecuente y secreción nasal espesa, maloliente y llena de pus. En este caso, los descongestionantes pueden aliviar los síntomas, si estos persisten puede ser necesaria una biopsia para descartar la presencia de cáncer.

Rinitis atrófica: en este caso la membrana mucosa se adelgaza y endurece, haciendo que los conductos nasales se ensanchen y resequen. De acuerdo con el especialista, es más frecuente en personas mayores.

De igual forma, el trastorno puede desarrollarse en personas a las que les extirparon una cantidad considerable de estructuras intranasales y de membranas mucosas, por medio de una intervención quirúrgica de los senos paranasales. Otro factor desencadenante es una infección bacteriana prolongada del revestimiento de la nariz.

El tratamiento tiene por objeto disminuir la formación de costras, eliminar el olor y reducir las infecciones. Las vitaminas A y D tomadas por vía oral pueden reducirlas también ayudan a estimular la secreción mucosa.

Rinitis vasomotora: la congestión nasal y los estornudos son los síntomas más habituales, pero a diferencia de las otras, en este tipo se producen sin que exista una alergia aparente.

Fried menciona que, en algunas personas, la nariz reacciona fuertemente a los agentes irritantes; como el polvo y el polen, a los perfumes, a la polución o a los alimentos picantes. De la misma manera, este padecimiento se agrava con la sequedad del aire.

El color de la membrana mucosa inflamada varía de rojo intenso a morado, en ocasiones también se sufre una ligera inflamación de los senos paranasales, pero no aparecen secreciones purulentas ni se forman costras.

Si esta inflamación no es grave, el tratamiento tiene por objetivo el alivio de los síntomas. Puede ser útil evitar el tabaco y los irritantes, usar un sistema de calefacción central con humidificador o un vaporizador para aumentar la humedad.

Por último, el experto menciona que no deben utilizarse aerosoles descongestionantes nasales; sin embargo, pueden ser útiles los descongestionantes por vía oral durante algunos días.

junio 06/ 2020 (Europa Press) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

junio 7, 2020 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Alergia, Medicina, Otorrinolaringología | Etiquetas: |

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