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Las áreas que cuentan con un número mayor de establecimientos de comida rápida también registran en su población más infartos agudos de miocardio, según un estudio presentado en el 67 Congreso Anual de la Sociedad de Cardiología de Australia y Nueva Zelanda (Csanz2019), que se ha celebrado en Adelaida, Australia.
El estudio, dirigido por Tarunpreet Saluja, de la Universidad de Newcastle, en Callaghan, Australia, señala que por cada establecimiento adicional en un área, se producían cada año cuatro infartos más por cada 100 000 personas.
Los resultados del trabajo se mostraron consistentes tanto en las zonas metropolitanas como rurales de Nueva Gales del Sur tras ajustar por edad, obesidad, colesterol, hipertensión, tabaquismo y diabetes. Además, resalta la importancia del entorno en la salud. Aunque es bien conocido que la comida basura se asocia con un mayor riesgo de infarto del miocardio, lo cierto es que es que este tipo de establecimientos continúan proliferando y lo que favorece aumento del consumo de este tipo de alimentos, por lo que es necesario analizar la relación de su disponibilidad con el riesgo de ataque cardíaco, ha explicado Saluja.
El trabajo, de tipo retrospectivo, incluyó a 3 070 enfermos ingresados en el hospital tras sufrir un infarto del miocardio entre 2011 y 2013 así como datos sobre sus códigos postales, lo que permitió analizar sus vecindarios y la presencia en ellos de restaurantes donde se sirve comida rápida.
Densidad de establecimientos frente a infartos
Para realizar el trabajo, los investigadores tuvieron en cuenta el número total de establecimientos de comida rápida en cada área local y la compararon con otras zonas para analizar la asociación entre la densidad de restaurantes y la incidencia de infartos de miocardio en su población. Estudios previos ya habían mostrado el pobre valor nutricional de la comida rápida, así como su alto contenido en grasas saturadas y sal asociado con enfermedades del corazón; sin embargo, todavía no se ha estudiado lo suficiente, el papel que tiene la accesibilidad a este tipo de alimentación, ha añadido Saluja.
En esta línea Saluja ha añadido que la presencia generalizada de la comida rápida es un asunto importante a tener en cuenta en el desarrollo de áreas rurales y metropolitanas. Su asociación con peores resultados en salud hacen necesario centrarse en este tema en estrategias de salud pública y legislación. De ahí que las guías de la Sociedad Europea de Cardiología incluyan la regulación de la densidad de los restaurantes de comida rápida en las poblaciones.
Según ha añadido Tom Marwick, presidente del programa científico del Csanz2019, la importancia de este trabajo radica en que evidencia la asociación entre la comida rápida y los eventos cardiacos, independiente de los factores de riesgo. Será crucial analizar si esta asociación es independiente de los determinantes sociales de la enfermedad. No obstante, los resultados son un recordatorio de que las principales causas de las enfermedades del corazón podrían ser modificados si se realizan cambios en las políticas.
En esta misma línea Jeroen Bax, expresidente de la Sociedad Europea de Cardiología, ha añadido que abordar las enfermedades del corazón requiere responsabilidad individual pero también acciones a nivel poblacional. Este estudio muestra el impacto de la alimentación en la salud. Además de regular la localización y la densidad de los establecimientos de comida rápida, las áreas locales deberían asegurar el acceso a supermercados con alimentos saludables.
agosto 15/ 2019 (Diario Médico)