Las personas que consumen lácteos siguen una dieta y un estilo de vida más saludable y presentan un mejor perfil cardiometabólico, según un estudio realizado por investigadores del Ciberobn de la Universidad Rovira i Virgili, en colaboración con 23 grupos de investigación de todo el país pertenecientes al estudio Predimed-Plus (Prevención con Dieta Mediterránea).
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El trabajo, que se publica en Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases, ha evaluado la asociación entre el consumo de lácteos y el síndrome metabólico en más de 6500 hombres y mujeres con una media de edad de 65 años, obesidad y un elevado riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Los autores observaron que aquellas personas que consumían a menudo lácteos fermentados, especialmente yogur, seguían un patrón de dieta mediterránea. Además, ingerían más frutas, verduras y hortalizas, productos integrales, pescado, frutos secos y menos alcohol, productos refinados como el pan o el arroz blanco, galletas, etc.
Mejores hábitos de vida
Este grupo de población también presentaban un menor consumo de tabaco, lo que sugiere que el consumo de estos alimentos es un posible marcador de la calidad de la dieta y de un estilo de vida saludable. También aquellas personas que consumían una porción de 50 g al día (aproximadamente cinco dados) de queso de varios tipos (fresco, curado, semicurado, manchego, requesón, emmental, etc.), tenían menos riesgo de tener hipertrigliceridemia y niveles más bajos de colesterol HDL.
El yogur y el queso son alimentos nutricionalmente densos, con una matriz de nutrientes que los hace únicos. Se caracterizan por tener un elevado contenido en proteína de alta calidad, calcio de fácil absorción, entre otros minerales, vitaminas y bacterias potencialmente beneficiosas para la salud.
Según los investigadores, “los resultados obtenidos en este estudio se pueden explicar a través de diferentes mecanismos condicionados por los componentes intrínsecos de estos alimentos”.
El trabajo ha sido realizado por Guillermo Mena-Sánchez y lo han dirigido Nancy Babio, investigadora del Ciberobn y profesora agregada del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la Universidad Rovira i Virgili y Jordi Salas-Salvadó, investigador principal del Ciberobn, director de la Unidad de Nutrición Humana del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la URV y director clínico de Nutrición del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de San Juan de Reus.
julio 23/2018 (diariomedico.com)