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El cerebro no regenera nuevas conexiones, vasos sanguíneos o estructuras de tejidos después de sufrir daños por un derrame cerebral. Al contrario, el tejido cerebral muerto es absorbido, lo que deja una cavidad carente de vasos sanguíneos, neuronas o axones.
Un nuevo biomaterial en forma de gel parece ser capaz de evitar el problema de la formación de tejido cicatricial, que acaba siendo un grave obstáculo para la regeneración del tejido destruido, así como de crear andamios para que en ellos crezcan nuevas neuronas y vasos sanguíneos, adoptando cada estructura la configuración adecuada para devolver su funcionalidad a la zona afectada.
La investigación se diseñó para explorar la recuperación ante una apoplejía aguda. El periodo más problemático que sigue inmediatamente a un derrame dura cinco días en ratones y unos dos meses en humanos. El nuevo biomaterial ayudó a que volvieran a crecer neuronas y vasos sanguíneos en ratones cuyo cerebro había sido dañado por un derrame cerebral. El gel acabó siendo absorbido por el cuerpo, dejando atrás solo nuevo tejido. El próximo paso sería comprobar si el tejido cerebral puede regenerarse en ratones mucho después de que el derrame haya generado los daños. El estudio fue publicado por Nat Mater 2018.