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Cambios estructurales en la corteza cerebral somatosensorial podrían estar vinculados con el síndrome de piernas inquietas, según un reciente estudio basado en neuroimágenes.
Los investigadores sometieron a pruebas de resonancia magnética de 3 T de alta resolución a 28 pacientes con síndrome de piernas inquietas grave y a 51 personas sanas que constituyeron el grupo control.
Las neuroimágenes revelaron que las personas con síndrome de piernas inquietas tenían de media una reducción del 7,5 % del grosor de la corteza cerebral en el giro poscentral bilateral (p < 0,0001), el área del cerebro que procesa sensaciones como el tacto, el dolor, el movimiento, la posición y la temperatura.
También se apreciaba una sustancial reducción en el cuerpo calloso posterior (p < 0,008), donde las fibras nerviosas están conectadas con el giro poscentral, lo que sugeriría una alteración de las propiedades de la sustancia blanca en la vía somatosensorial.
Según los autores, estos resultados proveen una evidencia In vivo de cambios morfológicos en el sistema somatosensorial primario, que podrían ser responsables de los síntomas funcionales sensoriales que experimentan los pacientes con síndrome de piernas inquietas. El estudio fue publicado por Neurology 2018.
junio 1/2018 (neurologia.com)