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En torno al 9 por ciento de los niños nacidos en España son prematuros, una cifra que se sitúa en la mitad de la tabla en comparación con otros países europeos.
Cuando el niño nace antes de tiempo, «se rompen los niveles hormonales, ciertos mediadores, nutrientes, etc, y, aunque éste tenga poca enfermedad en relación con su prematuridad, su maduración no se va a producir en el ambiente óptimo y va a estar expuesto a estímulos que su cerebro no puede integrar, ni tampoco responder adecuadamente a ellos. La prematuridad debería ser una prioridad sanitaria», ha explicado Carmen Rosa Pallás, jefe del Servicio de Neonatología del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, en la presentación del 15º Curso de Actualización en Pediatría 2018 de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.
El abordaje del prematuro presenta grandes retos para lo que hace falta formar a los profesionales. Para desarrollar al máximo las capacidades de los niños y realizar un seguimiento correcto y coordinado entre la atención hospitalaria y la primaria se ha presentado el Protocolo de seguimiento del prematuro menor de 1500 gramos o 32 semanas, realizado en colaboración de la Aepap, la Sociedad Española de Neonatología y las asociaciones de padres de niños prematuros.
«El seguimiento de los prematuros con menos de 1500 gramos es complejo y necesita la realización de varios cribados», ha explicado Pallás. Por ello en el documento se hacen recomendaciones basadas en la evidencia: «La lactancia materna es el mejor alimento del prematuro y por eso se debe promocionar tanto desde el centro de salud como desde el hospital». Asimismo, Pallás ha recomendado que las complicaciones oftalmológicas que pueden sufrir los prematuros, como la retinopatía de la prematuridad, requieren que el pediatra garantice que se realicen los cribados necesarios y los posteriores controles, que son más frecuentes que los del niño nacido a término.
Lo mismo ocurre con las pruebas de audición, en las que el cribado debe repetirse en torno a los 18 meses de edad. «Cuando el niño se va a casa es conveniente también que se continúen los cuidados del método canguro, ya que está demostrado que mejora las capacidades cognitivas».
Según ha recalcado Pallás, el pediatra de AP tiene un papel fundamental en el seguimiento del bebé. «Aunque vamos mejorando, todavía nos falta un poco de recorrido para que desde antes del alta las unidades neonatales impliquen a los pediatras de Atención Primaria en el seguimiento de los niños. Si desaparecen los pediatras de AP, los niños tendrán que estar más en el medio hospitalario, lo que tiene grandes inconvenientes», ha recordado Pallás, así como el hecho de que el acceso a los centros de salud es más fácil que al hospital.
Razones de la prematuridad
Según Pallas, las técnicas de fertilidad y la implantación de varios embriones, así como el embarazo en madres con enfermedades que no llegan a término justificarían el 50 por ciento de la prematuridad. La mitad restante podría explicarse por la realización por parte de las mujeres de ciertos trabajos que conllevan esfuerzo físico o turnos nocturnos, así como el estrés mantenido. «Estos datos indican que hay que proteger a la mujer durante la gestación».
Además, un estudio español, que se publica en Pediatrics, muestra cómo la Ley de Tabaco en España ha supuesto una reducción del 4,5 por ciento en la tasa de prematuridad.
El protocolo también quiere conseguir que todos los prematuros menores de 32 semanas o con peso menor de 1500 gramos reciban una atención similar independientemente de la comunidad autónoma en la que hayan nacido. La SEN y la Aepap han creado también otra guía para los niños nacidos para prematuros tardíos, nacidos por encima de la semana 32 y por debajo de la 37.
febrero 6/2018 (diariomedico.com)