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Según un estudio en el que se ha hecho un seguimiento de más de 16 000 pacientes, la contaminación del aire daña los vasos sanguíneos de los pulmones.
Este es un importante problema de salud pública para quienes viven en áreas urbanas contaminadas, donde pasar mucho tiempo en el exterior podría dañar los pulmones y llevar potencialmente a una insuficiencia cardiaca. Los efectos nocivos podrían presentarse incluso con un rato diario transcurrido en el exterior si se inhala aire con mucha fuerza, como por ejemplo si ese rato se dedica a hacer actividad física intensa, como por ejemplo correr o jugar al fútbol.
Cada vez está más claro que promover un medio ambiente más seguro es tan importante como controlar los factores de riesgo convencionales, como un nivel de colesterol alto, a la hora de reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares y otras.
El sistema pulmonar es el primero del interior del cuerpo en sufrir la exposición a la contaminación atmosférica, y sin embargo pocos estudios han investigado los efectos exactos de esa circunstancia.
Es vital averiguarlo porque si la polución del aire ocasiona el estrechamiento de los vasos sanguíneos en los pulmones (vasoconstricción), esto, combinado con los efectos sistémicos de la contaminación, podría causar una insuficiencia cardiaca.
En el nuevo estudio, el equipo del Dr. Jean-François Argacha, cardiólogo del Hospital Universitario (UZ) de Bruselas en Bélgica, examinó el efecto de la polución del aire en la hemodinámica pulmonar en una población y en individuos. El estudio poblacional sirvió para evaluar si los niveles normales de polución del aire en el exterior influyen en los parámetros de ecocardiografía utilizados tradicionalmente para evaluar la circulación pulmonar y la función del ventrículo derecho.
La contaminación del aire está asociada con cambios vasculares de los pulmones que hacen que sea más difícil para la sangre fluir hacia los pulmones.
Los pacientes con apnea obstructiva del sueño tienen un mayor riesgo de sufrir efectos graves.
enero 4/2017 (noticiasdelaciencia.com)