Los cambios en el estilo de vida actual están produciendo una pérdida de biodiversidad en el intestino, lo que implica un riesgo elevado de prevalencia de obesidad y diabetes desde el periodo neonatal, según los expertos reunidos en el 59 Congreso de la SEEN, en Barcelona.

 

Microbiota intestinal humana

En las últimas décadas se ha producido una disbiosis, es decir, una microbiota alterada o una pérdida de la biodiversidad del intestino, lo que, ahora se sabe, está asociado al desarrollo de enfermedades prevalentes como la obesidad, la diabetes mellitus, y otras de tipo inmunológico y también del sistema nervioso central.

«Nuestro estilo de vida ha hecho que la microbiota se maltrate por el uso abusivo de antibióticos, la excesiva asepsia y el cambio de alimentación, con mayor abuso de alimentos ricos en grasas», ha explicado Francisco Tinahones, coordinador del área de Lípidos y Riesgo Cardiovascular de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en el marco del 59 Congreso que la sociedad científica está celebrando en Barcelona.

Tinahones, moderador de la mesa Microbiota, un órgano escondido dentro de otro órgano,ha apuntado que una microbiota intestinal saludable y equilibrada es fundamental para asegurar una función digestiva adecuada, ayudando a combatir las agresiones de otros microorganismos, manteniendo la integridad de la mucosa intestinal y contribuyendo a la maduración del sistema inmune.

«La microbiota es un mediador que contribuye digiriendo los nutrientes y activando señales que produce el intestino a diferentes órganos. Una función fundamental de estas bacterias es que contribuyen a aislarnos del medio externo para que no entren toxinas en nuestro organismo, haciendo que nuestro intestino sea menos permeable a sustancias tóxicas», revela Tinahones.

Relación entre micriobiota y neonatos

En la misma línea, Carmen Collado, investigadora en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos, ha explicado en su exposición sobre la relevancia de la adecuada colonización microbiana intestinal en la salud infantil y del futuro adulto, que «durante los primeros meses de vida el proceso de colonización microbiana influye en el desarrollo del sistema inmune, al mismo tiempo que desempeña un importante papel en la fisiología intestinal y en el metabolismo. Tenemos datos que señalan que alteraciones en la microbiota desde muy temprana edad podrían contribuir, como un efecto más junto con otros factores, de forma importante en el desarrollo de la obesidad y en otras enfermedades prevalentes», afirma Collado.

Cada vez existe mayor evidencia científica sobre la relevancia de la microbiota materna como primer inóculo bacteriano para el neonato. Las bacterias que la madre transfiere a sus hijos tanto a través del parto como durante la lactancia son claves para la adecuada colonización microbiana y el correcto desarrollo y maduración del sistema inmune. Y, al mismo tiempo, existen factores como el tipo de parto, la dieta materna e infantil, el uso de antibióticos y la genética del individuo, que contribuyen de forma decisiva al proceso de colonización intestinal.

«Recientes estudios han mostrado que en paralelo a los cambios fisiológicos, inmunológicos y metabólicos que ocurren durante la gestación, se producen cambios en la composición y diversidad microbiana materna. Sabemos que la obesidad y diabetes afectan a la composición y diversidad bacteriana y, además, existe evidencia científica que muestra que un excesivo peso en la madre antes y durante el embarazo, así como en el niño en las primeras etapas de la vida, pueden predisponer al individuo al desarrollo del síndrome metabólico, el cual está caracterizado por obesidad, resistencia a la insulina, hipertensión, etc.».

Tratamiento

Respecto al tratamiento para restablecer la microbiota, hay una línea experimental y de estudios clínicos como la mezcla de probióticos, prebióticos y simbióticos. Pero lo más significativo, ha apuntado Tinahones, es un cambio en el estilo de vida, ya que «un patrón de dieta mediterránea modifica la microbiota de forma saludable».

Collado, por su parte, ha explicado que la línea de trabajo de su equipo está centrada en la relación de las bacterias (microbiota) con la salud humana y, en los últimos años, en la relevancia de las bacterias maternas y el papel de la dieta en el binomio materno-infantil. «Estamos estudiando cómo la dieta materna y también la dieta infantil, en especial la lactancia, influye en el desarrollo de la microbiota y en la maduración del sistema inmune, cuyos efectos son muy importantes en la salud de los niños», concluye.
octubre 24/2017 (diariomedico.com)

octubre 25, 2017 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Gastroenterología, Microbiología | Etiquetas: , , |

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