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La imposición de conductas a las personas en dependencia de su género puede generar problemas de salud, afirmó un estudio de la Journal of Adolescent Health.
Según la investigación, los niños al comienzo de la pubertad ya tienen una imagen bastante definida de los roles de los sexos, independientemente de que crezcan en sociedades ricas o pobres, liberales o conservadoras.
“Hemos descubierto que los seres humanos tienen interiorizados a una edad muy temprana los mitos de que las mujeres son frágiles y los hombres fuertes e independientes”, dijo el director del trabajo, Robert Blum.
A su criterio, esos conceptos son reforzados incesantemente por todas las partes, por los hermanos, los compañeros de clase, los profesores, los padres, los educadores, los familiares, los clérigos y los entrenadores de deportes.
“Si los pequeños tratan de liberarse de esos estigmas, corren el riesgo de padecer consecuencias negativas, sobre todo los varones, quienes sufren acoso, intimidación e incluso ataques físicos”, indicó el académico.
Para tales resultados, los autores del estudio entrevistaron a 450 niños de entre 10 y 14 años y a sus padres en áreas urbanas de 15 países, entre ellos Bélgica, China, Ecuador, Egipto, India, Kenia, Estados Unidos y Escocia, en Reino Unido.
Los investigadores advirtieron que ‘la camisa de fuerza de los roles de los sexos’ esconde riesgos para todas las personas, pero las mujeres son más oprimidas.
Según los investigadores, el estudio constató la idea de que con el comienzo de la pubertad el mundo se amplia para los hombres y se reduce para las mujeres.
Las encuestas reafirmaron que el sexo femenino se enfrenta a muchas normas en relación a su cuerpo, las cuales supuestamente sirven para protegerse, pero exigen también un comportamiento sumiso.
Esas nociones aumentan la probabilidad de que las jóvenes sean víctimas de violencia corporal y sexual, se contagien con infecciones de transmisión sexual, queden embarazadas pronto o abandonen antes la escuela, indicaron los autores del estudio.
Por el contrario, agregaron los académicos, se suele animar a los niños a descubrir el mundo más allá de la puerta de su casa.
En general, ellos invierten más tiempo en los pasatiempos que eligen y practican entre sí el comportamiento dominante.
Sin embargo, según la investigación, eso provoca que los hombres sean más propensos a un comportamiento peligroso o arriesgado.
octubre 4/2017 (PL)