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Las causas para que se produzca una enfermedad renal crónica aumentan en hombres mayores de 60 años y en caso de tener hipertensión. Se trata, esta última, de la segunda causa más importante de insuficiencia renal terminal. Las muertes producidas por la enfermedad renal crónica han aumentado un 82 por ciento entre 1990 y 2010 en todo el mundo, una cifra solo superada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y la diabetes.
Un estudio de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) destaca que, a partir de los 60 años, uno de cada cinco hombres que padecen hipertensión arterial pero que no presentan problemas en el corazón podrían sufrir una enfermedad renal crónica (ERC). Por tanto, junto al envejecimiento, los principales factores de riesgo precursores de esta enfermedad son el sexo masculino, la insuficiencia cardicaca, la albuminuria, la fibrilación auricular, la dislipidemia, la diabetes mellitus, la obesidad o el tabaquismo. El resultado de la investigación se basa en los datos del Sistema de Información para el Desarrollo de la Investigación en Atención Primaria (Sidiap), que contiene información clínica de los pacientes atendidos en los 274 centros de salud de Atención Primaria del Instituto Catalán de Salud (ICS), encargado de un total de casi 6 millones de pacientes.
La condición para que se de una ERC es cuando el filtrado glomerular estimado (FGe) desciende por debajo de los 60ml/min/1,73m2, y según revela el estudio de la SEN, un 18,8 por ciento de los individuos estudiados presentaron ERC moderada con FGe entre 30 y 59 años, cifra muy inferior al 72,2 por ciento de los hombres entre 45 y 59 años. La prevalencia en mujeres ha demostrado ser de un 19,9 por ciento, superior a la de los hombres, que se sitúa en un 17 por ciento. Esta prevalencia aumentaba con la edad, alcanzando su pico en mayores de 80 años con un 39,4 por ciento.
Las muertes producidas por la enfermedad renal crónica han aumentado un 82 por ciento entre 1990 y 2010 en todo el mundo, una cifra solo superada por el VIH y la diabetes. Esta enfermedad supone un mayor riesgo de morbimortalidad cardiovascular y de progresión a insuficiencia renal terminal (IRT) en la población general y en pacientes hipertensos. De hecho, la hipertensión arterial es la segunda causa de IRT, una enfermedad cuyos casos están aumentando, sobre todo en pacientes mayores de 45 años.
Tal y como afirma el trabajo, el control de la presión arterial fue inferior en los individuos con ERC a pesar de una mayor exposición a fármacos, lo que indicaría la mayor dificultad del control de la presión arterial en estos individuos. Dada la importancia del control de la presión arterial en la evolución de la ERC, se recomienda priorizar y optimizar el control de la presión arterial en estos pacientes.
Con el seguimiento de esta cohorte, los autores esperan identificar los factores asociados a una mayor progresión a la insuficiencia renal terminal e incidencia de episodios cardiovasculares, lo que permitiría una mayor actuación preventiva precoz en los individuos de mayor riesgo.
septiembre 12/2017 (diariomedico.com)