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Los resultados preliminares de un estudio multicéntrico han confirmado la utilidad de la prueba no invasiva que permite evaluar la madurez pulmonar del feto por medio de ecografía.
La prueba no invasiva que permite medir el grado de madurez pulmonar del feto por medio de ecografía ofrece resultados comparables a los de la amniocentesis, por lo que resulta útil para predecir el riesgo de distrés respiratorio del recién nacido y ahorrar corticoides en los partos prematuros, según los resultados preliminares de un estudio multicéntrico que analiza datos de un millar de casos de 20 hospitales de 12 países de todo el mundo.
El trabajo, cuyos resultados definitivos se presentarán en el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Medicina Materno Fetal, en Las Vegas (Estados Unidos) del 23 al 28 de enero de 2017, confirma esta tecnología ofrece una sensibilidad y especificidad comparables a los de la prueba invasiva en líquido amniótico.
Un dilema constante
El 8 por ciento del total de embarazos culminan entre la semana 34 y la 37 de gestación. De estos bebés, que se consideran prematuros tardíos, un 15 por ciento presenta síndrome de dificultad respiratoria neonatal al nacer debido a inmadurez pulmonar, complicación que puede incluso resultar fatal.
Las guías de práctica clínica del Colegio Americano de Medicina Maternofetal aconsejan administrar corticoides a la madre a partir de la semana 34, con lo que se consigue reducir a la mitad el riesgo de que el bebé presente estos problemas respiratorios, ya que estos fármacos favorecen la maduración pulmonar. El problema es que si se decide realizar dicha práctica a todas las pacientes con amenaza de parto prematuro, un 85 por ciento de ellas habrán recibido el tratamiento sin necesitarlo, «y los corticoides tienen efectos deletéreos sobre el desarrollo cerebral fetal y sobre el crecimiento», ha explicado Eduard Gratacós, director del Centro BCNatal del Hospital Clínico de Barcelona y el Hospital maternoinfantil San Juan de Dios.
Hasta hace poco, la única forma que había para poder valorar el grado de madurez pulmonar de un feto era la realización de una amniocentesis. Pero se trata de una prueba invasiva que también implica riesgos considerables para el embarazo, por lo que tampoco resulta una manera óptima de intentar encontrar a ese 15 por ciento de pacientes de riesgo.
«Además hay que considerar que esto puede ser acumulativo, es decir, algunas de estas pacientes que tienen un parto en la semana 34 o 35 probablemente ya tuvieron en la semana 32 o 33 una amenaza de riesgo prematuro, por lo que probablemente ya les dieron corticoides antes».
El grupo de Gratacós desarrolló hace un par de años una tecnología que se basa en utilizar el análisis computarizado de la ecografía para evaluar el grado de madurez de los pulmones fetales. Se trata de una prueba no invasiva que ha demostrado que ofrece una sensibilidad y especificidad comparables a los del análisis del líquido amniótico.
Actualmente hay un número creciente de hospitales que utilizan esta prueba -desarrollada por Transmural Biotech, una spin off del Hospital Clínico y la Universidad de Barcelona bajo el nombre de quantusFLM- cuyo uso también se ha ido extendiendo por varios países de América Latina. Actualmente se está negociando un acuerdo con instituciones de India y China y se espera que pueda llegar en los próximos años a otros países del sureste asiático.
Otros proyectos
Gratacós ha explicado que su grupo de investigación actualmente está trabajando en el desarrollo de nuevos marcadores del cuello uterino por medio de técnicas de imagen, «para ver si conseguimos predecir mejor la prematuridad», sin necesidad de pruebas invasivas.
Por otra parte, estos investigadores están iniciando un estudio que pretende evaluar en unas 1000 participantes el impacto de la intervención en la madre durante el embazo en aspectos como la nutrición, el bienestar psicológico, sobre la epigenética del feto.
noviembre 27/2016 (diariomedico.com)