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Los amantes de la literatura tienen un lazo emocional muy importante con sus libros preferidos, con sus personajes y con la experiencia de leer, desde el lugar elegido, hasta los aromas que los rodean. Es por eso que los científicos están cada vez más interesados en estudiar la relación entre la lectura y el cerebro, y cómo la ficción puede llegar a mejorar la salud mental de una persona.
Hace unos años, investigadores de la New School for Social Research descubrieron una conexión entre la Teoría de la Mente -la habilidad de una persona de saber lo que está pensando otro-, y la lectura de un pasaje de ficción literaria. En septiembre, otro grupo de científicos replicó el estudio y obtuvo resultados diferentes: la conexión, a diferencia del estudio anterior, fue entre la Teoría de la Mente y una relación de toda la vida con la lectura. Básicamente, leer unas hojas de un libro no convierte a la persona en más empática, pero sí ser un lector devoto.
Por supuesto, los experimentos llevados a cabo para llegar a esta tesis no es definitiva. La correlación no implica causa-efecto. María Eugenia Panero de la Boston College explicó que «es difícil saber si leer ficción literaria aumenta la Teoría de la Mente, o si las personas que naturalmente poseen un alto nivel de esta habilidad se sienten atraídas por este tipo de lectura». También es posible que un mayor grado de empatía y un gran interés en la literatura se alimenten uno del otro.
Saber lo que piensa o siente otra persona es un factor clave para construir relaciones sociales exitosas. Por lo tanto, aunque leer sea una actividad solitaria, puede mejorar la vida social. Otro estudio reciente de la Universidad de Münster, en Alemania, identificó otro aspecto que se desarrolla a partir de la lectura: «Los grandes lectores -aquellos que leen más de 18 libros por año- alardean de sus libros en público o los muestran en estantes como una manera de comunicar una característica de sí mismos para formar su identidad y expresarse».
En la School of Life de Londres, Inglaterra, un grupo de biblioterapeutas quieren ayudar a que las personas utilicen la ficción para cambiar sus vidas a un nivel más profundo. La biblioterapia implica la prescripción de novelas para «curar los males de la vida», según aseguraron desde la institución.
La ciencia detrás de la recomendación de lectura para ayudar a mejorar la salud mental todavía es limitada, pero investigadores como Panero están ansiosos por seguir investigando. La novela más grandiosa de la historia no podrá curar la depresión diagnosticada por un médico, pero puede llegar a mitigar crisis temporales, el estrés de la vida cotidiana, y generar alivio en épocas de aflicciones y duelos.
– Tres razones por las que leer beneficia la salud mental
1- Conexiones neuronales. Según Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), “la lectura es una de las actividades más beneficiosas para la salud, puesto que se ha demostrado que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales”. Un cerebro activo no solo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta. Mientras leemos, obligamos a nuestro cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar nuestra capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas.
2- Reserva cognitiva. Pero además, en los últimos años, han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva. “Desde el punto de vista de la neurología, el concepto de reserva cognitiva ha cobrado una gran importancia, no solo porque se ha visto que existe una relación directa entre la misma y el buen funcionamiento cognitivo y ejecutivo de nuestro cerebro cuando envejecemos, sino porque se ha demostrado que es un factor protector ante los síntomas clínicos de las enfermedades neurodegenerativas”, asegura García Ribas. “Se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas enfermedades”. Debido al envejecimiento progresivo de la población, en los próximos años, el número de afectados por demencia, principalmente alzhéimer, crecerá exponencialmente. «Leer retarda y previene la pérdida de la memoria, por lo que permitiría retasar la aparición de estas enfermedades y reducir el número de casos”, concluye Guillermo García-Ribas.
3- Antiestrés. Leer, sobre todo relatos de ficción, puede ayudar a reducir el nivel de estrés, que es origen o factor de empeoramiento de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño. Además, leer un poco antes de irnos a dormir, puede ayudar a desarrollar buenas rutinas de higiene de sueño.
noviembre 21/2016 (proyecto-salud.com.ar)
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