oct
17
Un nuevo estudio apoya la evidencia experimental de que la exposición al ultrasonido, al comienzo de la gestación, podría aumentar la severidad del trastorno del espectro autista (TEA).
Investigadores de la Universidad de Washington, Estados Unidos, el Instituto de Investigación Infantil de Seattle, Estados Unidos y otras instituciones, realizaron un estudio de análisis retrospectivo para determinar una posible relación entre la severidad de los síntomas del trastorno del espectro autista, la exposición a la ecografía, durante el primer trimestre del embarazo, y los fetos con una predisposición genética a los trastornos del espectro autista, de acuerdo a lo manifestado por las variaciones del número de copias (CNV).
Los resultados mostraron que los niños varones con trastorno del espectro autista, CNV y exposición a la ecografía en el primer trimestre tenían coeficientes intelectuales, no-verbales, significativamente disminuidos, y aumento de las conductas repetitivas, en comparación con los niños de sexo masculino con trastorno del espectro autista, CNV, pero sin exposición a la ecografía. Según los investigadores, los datos sugieren que la heterogeneidad de los síntomas del trastorno del espectro autista puede ser el resultado, al menos en parte, de la exposición a los ultrasonidos diagnósticos durante el desarrollo prenatal temprano de los niños con vulnerabilidades genéticas específicas. El estudio fue publicado, en la revista Autism Research.
“Ha habido una verdadera lucha de por qué hay tantos niños con autismo. ¿Dónde es que se desarrolla este trastorno? ¿Por qué les da a los niños el autismo? Y la segunda pregunta es ¿por qué los niños con autismo son tan diferentes unos de otros?” dijo la autora, Sara Webb, PhD, una investigadora en psiquiatría y ciencias del comportamiento.
“Este estudio realmente busca dar respuesta a la segunda pregunta. Dentro de los niños con autismo, ¿cuáles son algunos de los factores que pueden originar que un niño tenga un buen resultado o mayor coeficiente intelectual o mejor idioma o menor severidad, frente a un niño que puede ser más desafortunado y continúa luchando durante toda su vida?”
“La guías de la Dirección de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, en la actualidad recomiendan que las ecografías de diagnóstico sólo sean utilizadas por necesidad médica. Creo que las implicaciones de nuestros resultados son para reforzar las directrices de la FDA”, dijo el profesor, autor correspondiente, de cirugía neurológica, Pierre Mourad, MD, quien se especializa en la investigación traslacional en ecografía y el cerebro.
“Los resultados se refieren al primer trimestre del embarazo; los datos que estudian el efecto de las ecografías en el segundo y tercer trimestre, no mostraron ninguna relación”.
La prevalencia del trastorno del espectro autista sigue aumentando y, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, Atlanta, Estados Unidos), se calcula que 1 de cada 68 niños en los Estados Unidos es identificado con trastorno del espectro autista, y es casi cinco veces más común entre los varones que en las niñas.
Una de las hipótesis es que, dado que la serotonina es fundamental para el desarrollo temprano del cerebro, la exposición durante el embarazo a cualquier cosa que influya sobre los niveles de serotonina puede tener un efecto potencial sobre el nacimiento y los resultados del desarrollo.