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Mucha gente en el mundo sufre de asma. Solo en el Reino Unido la cifra ya llega a alrededor de 5,4 millones de personas, que deben recibir tratamiento, de los cuales 1,1 millones son niños.
Para diagnosticar la afección, los médicos normalmente miden la capacidad del flujo de aire pulmonar de la persona. Sin embargo, las pruebas de la función pulmonar pueden ser inexactas, no reflejando necesariamente cambios asociados al asma. Otras, como los análisis de sangre y orina, son engorrosas, e incluso resultar angustiosas para los pacientes infantiles.
La nueva prueba, desarrollada por expertos de la Universidad de Loughborough, en colaboración con el Hospital de la Ciudad de Nottingham, ambas entidades en el Reino Unido, es completamente indolora y ofrece a personas de todas las edades un diagnóstico en un solo paso.
Para desarrollar la prueba, el equipo, encabezado por Colin Creaser, del Departamento de Química de la Universidad de Loughborough, y Dominick Shaw, de la Unidad de Investigación Respiratoria en el Hospital de la Ciudad de Nottingham, recolectó saliva de pacientes con asma y sujetos sanos. Después se llevó a cabo un análisis de las muestras a fin de encontrar biomarcadores metabólicos delatadores de la existencia de asma en la persona.
Detectando la presencia y cantidad de esos biomarcadores metabólicos, el nuevo test hace posible diagnosticar la enfermedad. Tiene asimismo el potencial de señalar la gravedad y progresión de esta.
A diferencia de lo que sucede con otros métodos de obtención de muestras, como el análisis del aire expelido, la saliva puede ser recogida pasivamente en gente de todas las edades, desde los más jóvenes hasta los más ancianos, sin causar ninguna incomodidad.
septiembre 23/2016 (Noticias de la ciencia)