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Las mujeres embarazadas que toman paracetamol podrían aumentar el riesgo de que su hijo desarrolle problemas de conducta, como trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH).
Un estudio británico a largo plazo ha analizado datos de 7 796 madres que se inscribieron en el mismo en los años 1991 y 1992. Unos cuestionarios evaluaron el uso de paracetamol de las mujeres a las 18 y 32 semanas de embarazo, y una vez más cuando sus hijos tenían 5 años. Un cuestionario de seguimiento (Strengths and Difficulties Questionnaire) evaluó los problemas conductuales en los niños, según los informes de las madres cuando sus hijos tenían 7 años.
Un 53 % de las mujeres comunicaron haber tomado paracetamol a las 18 semanas de embarazo, y un 42 %, a las 32 semanas. Un 5 % de los niños desarrollaron problemas de conducta, un porcentaje similar al estimado por el servicio nacional de salud de que un 2-5 % de niños británicos en edad escolar padecen TDAH, pero muy inferior al 11 % que se reporta en Estados Unidos.
En el estudio que publicado en JAMA Pediatrics, tomar paracetamol entre las semanas 18 y 32 de embarazo se asoció con un aumento del 42 % en el riesgo de problemas de conducta en los niños, y en un incremento del 31 % en el riesgo de TDAH. También se observó un aumento del 29 % en el riesgo de problemas emocionales y del 46 % en el riesgo de dificultades conductuales generales en los hijos de las mujeres que tomaron paracetamol a las 32 semanas.
Aunque lo consideran seguro en el embarazo, los investigadores especularon que el paracetamol podría afectar el desarrollo del cerebro del feto al alterar los niveles hormonales de la madre, o al cruzar la barrera de la placenta y afectar al niño aún no nacido de forma directa.
septiembre 12/ 2016 (Neurología)