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La Semana Mundial de la Lactancia Materna, celebrada en esta fecha, busca concientizar sobre su importancia no solo para prevenir futuras enfermedades, sino también mejorar la relación madre-hijo, divulga una publicación especializada argentina.
Este año el lema de la jornada, del 1 al 7, es: Lactancia Materna: clave para el desarrollo sostenible, en alusión a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos en 2016 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los próximos 15 años.
La leche materna es el alimento más completo para el recién nacido porque le asegura al bebé un óptimo desarrollo psicológico, nutricional, hormonal e inmunológico, destaca DocSalud.com.
Está demostrado que contiene más de 370 componentes específicos y nutrientes que disminuyen los riesgos de contraer enfermedades o infecciones como síndrome de muerte súbita, obesidad infantil, diabetes y problemas digestivos.
También contribuye a evitar la deficiencia cognitiva, cáncer, infecciones en las vías urinarias, enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Numerosos estudios demuestran -añade- que lactar, tanto a corto como a largo plazo, efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular materno, pues actúa sobre factores de riesgo, tales como el nivel de lípidos, la obesidad, la presión arterial, la insulina y los niveles de glucosa.
Por eso la práctica debe promoverse tanto para la salud del bebé como de la madre, señala DocSalud.com.
El desconocimiento de la técnica, la falta de apoyo, el uso del chupete y la administración de leche de fórmula, son las principales causas del abandono precoz de la lactancia, advierte la publicación digital.
También el tabaquismo materno, el dolor en los pezones y el temor a no tener leche suficiente para mantener al bebé, suelen ser problemas frecuentes.
La Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar hasta los seis meses del bebé en forma exclusiva y, luego, incorporar otros alimentos pero seguir amamantando hasta los dos años y más.
agosto 2/2016 (PL)